Hiciste un buen trabajo con Hillock. ¿Dónde aprendiste a luchar así? No, olvida que lo pregunté. Nosotros los exiliados no tenemos historia. Dominus nos la quitó cuando hizo que sus Guardias Negros nos arrojasen en las aguas de este lugar.
Toma, tengo algo para ti. Debería ayudarte a matar más de esos bastardos no muertos. No, no te molestes en agradecérmelo. En mi opinión, cuanto más tiempo vivamos nosotros los luchadores, más tiempo vivirán los demás. — Introducción |
Hiciste un buen trabajo con Hillock. ¿Dónde aprendiste a luchar así? No, olvida que lo pregunté. Nosotros los exiliados no tenemos historia. Dominus nos la quitó cuando hizo que sus Guardias Negros nos arrojasen en las aguas de este lugar. — Introducción |
Una delgada línea separa al hombre del monstruo. Brutus, el Guardián de la Prisión de Axiom... cruzó esa línea hace mucho tiempo. Un muchacho grande, y como te habrás dado cuenta gracias a Hillock, los muchachos grandes son lentos. Golpear y correr, esa es la forma de traerlos a tu altura. A menos que haya taumaturgia involucrada, en ese caso olvida la parte de "golpear". Solo corre. — Brutus |
{¿El Guardián se liberó de su propia prisión? Bueno, ya que estás tan condenadamente determinado a tentar a la muerte, mejor lleva uno de estos... para que te dé suerte.
Y cuando escriban su canción sobre ti, solo asegúrate de mencionar que fue Tarkleigh quien te enseñó todo lo que sabes.}{¿El Guardián se liberó de su propia prisión? Bueno, ya que estás tan condenadamente determinada a tentar a la muerte, mejor lleva uno de estos... para que te dé suerte.
Y cuando escriban su canción sobre ti, solo asegúrate de mencionar que fue Tarkleigh quien te enseñó todo lo que sabes.} — Brutus |
Fundada por Marceus Lioneye como una estación de abastecimiento contra los Karui. En sus días, la Vigilancia de Lioneye se podía defender solo por una pequeña guarnición de legionarios bien armados.
¿Qué tengo yo? Un puñado de criminales hambrientos con palos de madera de naufragio y hachas oxidadas. — Vigilancia de Lioneye |
El Imperio Eterno ciertamente tiene sobras desagradables. Ya sea porque hay algo en el aire o en el agua, nadie permanece muerto en Wraeclast... no la primera vez. Puede tomar algo de tiempo, pero tarde o temprano los cadáveres se despiertan y empiezan a buscar desayuno. — Los muertos ahogados |
Si tienes que aplacar tu curiosidad por Merveil, échales una mirada a los corsarios que acechan la tumba de barcos. Como cualquier madre, Merveil tiene bocas que alimentar. — Merveil |
{¿Rhoas? Gallinas grandulonas con rasgos asesinos. Si no eres cuidadoso, te desgarrarán las entrañas y las devorarán como enormes y gordos gusanos.
De cualquier modo, asegúrate de registrar sus nidos si tienes la oportunidad. Los Rhoas son como las urracas y les atraen las cosas brillantes.}{¿Rhoas? Gallinas grandulonas con rasgos asesinos. Si no eres cuidadosa, te desgarrarán las entrañas y las devorarán como enormes y gordos gusanos.
De cualquier modo, asegúrate de registrar sus nidos si tienes la oportunidad. Los Rhoas son como las urracas y les atraen las cosas brillantes.} — Rhoas |
Aunque puedan parecerse a ti o a mí, detrás de esos ojos no hay nada más que hambre y oscuridad. Lo que sea que se haya entrado dentro de esa gente... no está ni cerca de ser humano. — Caníbales |
¿Ese gorro que usa Bestel? Vi que lo tomó de la cabeza del verdadero capitán, justo antes de que los caníbales se hicieran una barbacoa con el pobre bastardo. "Sin despilfarro no hay miseria", o eso dicen.
Sí, Bestel tiene un don para contar historias pero nunca podría llamarlo mentiroso. La verdad siempre está allí, solo debes escucharla. — Bestel |
¡Maldita sea! No creí que fuera posible. Todas estas almas que Merveil y su prole han consumido a lo largo de los años... has hecho un bien por aquellos que están muertos, y por aquellos que aún pueden estar vivos. — Merveil |
Nessa es la que evita que el resto de nosotros nos volvamos locos. Para serte honesto, cuando llegó aquí no creí que fuese a sobrevivir más de un día o como mucho dos. Desde ese día, cada amanecer me sigue demostrando que estaba equivocado.
Alguna vez escuché a un bardo cantar que "las flores más bellas crecen en los sitios más inhóspitos". El maldito tenía mucha razón. — Nessa |
El Pasaje Sumergido no se ve como si siempre hubiese estado bajo el agua, y apuesto a que tiene que ver con esos espacios vacíos en la pared del acantilado. Lo que sea que solía llenarlos... se perdió hace tiempo. Aunque si eran brillantes, quién sabe, ¿estarán decorando algún nido de Rhoa? — Pared de glifos |
He pasado suficiente tiempo contrabandeando de costa a costa como para saber que esas cáscaras no son de estas aguas. Son Karui, y parecen perfectas para encajar en la pared de piedra de las Marismas Embarradas. Te diría que completes la colección, las coloques en los espacios, y te alejes. — Glifos extraños |
Ahora que has drenado el pasaje, es mejor que te advierta sobre algo.
Un anochecer, estaba persiguiendo a un rhoa herido cuando vislumbré algo en la caverna inundada. Se parecía un poco a un escupidor de arena, solo que tenía el tamaño de un maldito buey.
Creo que debe tener su nido en algún lugar en las profundidades. Si vas allí, haznos un favor. Encárgate de desparramar las entrañas del viejo cangrejo araña antes de que tenga hambre y venga a buscarnos. — Morador de las profundidades |
¿Lograste matar un Cangrejo Abuelo? Qué lástima que no pudieras arrastrarlo fuera de la cueva para nosotros. Podríamos haber hecho una buena sopa de cangrejo. No hay problema. Tenemos una razón menos para temerle a la oscuridad y yo tengo una razón más para agradecerte. — Morador de las profundidades |
{Tengo un trabajo para ti, si estás dispuesto. Hay una charca cerca de las Marismas Embarradas que necesita una mirada. La olerás antes de verla. Apesta como un cadáver en la cumbre del verano. Pero eso no es lo peor.
Hay pájaros muertos caminando. Los animales no se levantan de nuevo del mismo modo que lo hacen las personas aquí. Así que si no se levantan por ellos mismos, ¿qué los está levantando? La respuesta está en la Charca Fétida.
Limpia completamente el lugar y mata a lo que sea que esté levantando a esos rhoas. Ya tenemos suficientes no muertos con los qué lidiar.}{Tengo un trabajo para ti, si estás dispuesta. Hay una charca cerca de las Marismas Embarradas que necesita una mirada. La olerás antes de verla. Apesta como un cadáver en la cumbre del verano. Pero eso no es lo peor.
Hay pájaros muertos caminando. Los animales no se levantan de nuevo del mismo modo que lo hacen las personas aquí. Así que si no se levantan por ellos mismos, ¿qué los está levantando? La respuesta está en la Charca Fétida.
Limpia completamente el lugar y mata a lo que sea que esté levantando a esos rhoas. Ya tenemos suficientes no muertos con los qué lidiar.} — La charca fétida |
¿Ya viste la Charca Fétida, verdad? O la oliste, mejor dicho. Apesta como un cadáver en la cumbre del verano. Pero eso no es lo peor.
Hay pájaros muertos caminando. Los animales no se levantan de nuevo del mismo modo que lo hacen las personas aquí. Así que si no se levantan por ellos mismos, ¿qué los está levantando? La respuesta está en la Charca Fétida.
Limpia completamente el lugar y mata a lo que sea que esté levantando a esos rhoas. Ya tenemos suficientes no muertos con los qué lidiar. — La charca fétida |
¿Un nigromante? ¿Era solo uno? Parece que el bastardo se sentía un poco solo y decidió crearse algunas mascotas.
Bien, es bueno ver que no te molesta ensuciarte mucho las manos. Aquí tienes... para marcar un trabajo sucio bien hecho. — El nigromante |
¿Qué motivo tendrá Piedad para bloquearnos desde el interior? Por suerte, no tengo lo que se necesita para entender lo que piensa esa bruja.
Pero asumo que tú lo averiguarás, después de quitar la barricada de Shavronne para nosotros, claro. — El camino bloqueado |
{Viajé hacia el interior, por el Camino del Emperador y a través de la Puerta del Prisionero. Tuve que rodear la Prisión de Axiom... la guarida de Brutus, el Guardián. Un viaje jodidamente traicionero.
¿Si vale la pena? Hay bosque hacia el interior: caza, bayas, fruta... más comida de la que podemos conseguir aquí.
Sin embargo, la mayoría de los que están aquí no sobrevirían al viaje. Sería estúpidamente sencillo si pudiéramos pasar a través de la Prisión. Te diré algo: crea un camino por la costa y encuentra una forma para que podamos pasar más allá o a través de Brutus, y habrá unas cuantas personas que te deban su vida.}{Viajé hacia el interior, por el Camino del Emperador y a través de la Puerta del Prisionero. Tuve que rodear la Prisión de Axiom... la guarida de Brutus, el Guardián. Un viaje jodidamente traicionero.
¿Si vale la pena? Hay bosque hacia el interior: caza, bayas, fruta... más comida de la que podemos conseguir aquí.
Sin embargo, la mayoría de los que están aquí no sobrevirían al viaje. Sería estúpidamente sencillo si pudiéramos pasar a través de la Prisión. Te diré algo: crea un camino por la costa y encuentra una forma para que podamos pasar más allá o a través de Brutus, y habrá unas cuantas personas que te deban su vida.} — Accediendo al bosque |
{¿Encontraste el modo de derribar la Barricada de Shavronne? En momentos como este recuerdo que soy un hombre de hechos y no de palabras. Si nos encontramos en el bosque, el jabalí asado corre por mi cuenta, mi amigo.}{¿Encontraste el modo de derribar la Barricada de Shavronne? En momentos como este recuerdo que soy un hombre de hechos y no de palabras. Si nos encontramos en el bosque, el jabalí asado corre por mi cuenta, mi amiga.} — Pasaje reabierto |
{Hay muchas formas de morir en Wraeclast. La mayoría son misericordiosamente rápidas. Pero si los hombres cabra te atrapan vivo, desearás, por todos los dioses en los que creas, que no te hubiese ocurrido.
Escuché a algunos de los exiliados más supersticiosos decir que hay una deidad a la que adoran: Abberath, devorador de Agonía. Suena como un jodido bastardo, si me lo preguntas. Así que si los hombres cabra te dan una invitación para cenar con su Dios de pezuñas hendidas, diles dónde se la pueden meter.}{Hay muchas formas de morir en Wraeclast. La mayoría son misericordiosa mente rápidas rápidas. Pero si los hombres cabra te atrapan viva, desearás, por todos los dioses en los que creas, que no te hubiese ocurrido.
Escuché a algunos de los exiliados más supersticiosos decir que hay una deidad a la que adoran: Abberath, devorador de Agonía. Suena como un jodido bastardo, si me lo preguntas. Así que si los hombres cabra te dan una invitación para cenar con su Dios de pezuñas hendidas, diles dónde se la pueden meter.} — Hombres cabra |
He visto a muchos exiliados pasar a través de la Vigilancia de Lioneye. Y muchos otros simplemente pasan a mejor vida. Esas cartas son una forma de llevar un registro... de recordar.
Puede que Oriath quiera olvidarnos a todos, pero que me condenen si yo lo hago. — Notas del exilio |
Ese botiquín que encontraste hará más de lo que crees. La medicina se agotará, siempre lo hace, pero Nessa no. Dale a esa chica una tajadita de esperanza y la llevará hasta el fin del mundo. — Botiquín |
Primero escuchamos que Oriath ha perdido su maldita cabeza, y luego tú apareces. No es necesario ser un erudito para conectar estos dos eventos.
No sé qué está ocurriendo ahí afuera, y probablemente tampoco lo entendería aunque lo viese con mis propios ojos. Lo que sí sé es lo siguiente. El mundo que conocimos… ha desparecido. Ahora tenemos que hacer lo que podamos para asegurarnos de no desaparecer con él. — Introducción |
Nessa… la vi una noche, corriendo hacia la Costa, en dirección a las Marismas Embarradas. La llamé… pero ni siquiera giró la cabeza. Quizás no podía escucharme, quizás no quería, no lo sé. Intenté correr detrás de ella, pero desapareció en la oscuridad al poco de que mis pies tocasen la arena.
Así que la rastreé, hasta las Marismas Embarradas, y ahí es donde sus huellas… simplemente pararon. Ninguna señal de haberse encontrado con nadie ni nada, ninguna señal de un forcejeo. Es como si estuviese corriendo y de repente… nada.
Mira, he oído hablar de algunas cosas, de cosas que has hecho. Cosas totalmente inverosímiles. Puedes hacerlo. Por favor, encuentra a Nessa. Tráela de vuelta con nosotros. — Nessa |
¿Has visto a Nessa? ¿Has hablado con ella? Eso es más de lo que yo me hubiese atrevido a soñar, a decir verdad.
Este… cambio… que está atravesando, esta maldición que el llamado “Rey del Mar” le ha impuesto… se puede romper. ¡Lo sé!
Debes seguir avanzando, sigue su rastro antes de que se enfríe. Atraviesa la Costa, el Cementerio de Barcos e incluso la Cueva de Merveil si es necesario.
Según entiendo, este Rey no es del tipo que se aventura lejos de su lecho salado. — Nessa |
Me pregunto cuánto pudo exprimir Lilly de esos refugiados de Oriath. Sí, arriesgó su vida y su barco para salvarlos, pero conozco a la Lilly desde hace años. Una maldita contrabandista y de las buenas, y Lilly nunca ha realizado una buena acción sin un buen beneficio a cambio. — Lilly |
La Prisión de Axiom ha estado bastante tranquila desde que te encargaste de su guardián. Me temo que ya no es el caso.
Shavronne de Umbra, la misma bruja que hizo de Brutus el hombre que era. No sé si es un fantasma, un espíritu o algún tipo de criatura no muerta de la que nunca he escuchado, pero se encuentra ahí arriba, jugueteando con sus artes oscuras y retorciendo la naturaleza alrededor de sus huesudos dedos.
Honestamente, no me importa la razón por la que ha vuelto o qué crueldad está preparando allí arriba. Es un furúnculo que necesita ser eliminado antes de que la infección se propague. — Shavronne de Umbra |
Buen trabajo despejando otra ruta hacia la Prisión de Axiom. Comienzo a pensar que las historias que he escuchado acerca de ti son ciertas. — Shavronne de Umbra |
¿El Cementerio de Barcos se encuentra bloqueado? Maldita sea… eso significa que ese bastardo Rey del Mar sabe que estás yendo a por Nessa.
En tal caso, tendrás que atravesar la Puerta del Prisionero, seguir las montañas, y continuar por el camino de vuelta al mar a través de las Cavernas de Merveil.
Por lo que parece, Nessa no se encuentra en condición de aventurarse lejos de la costa, así que debe encontrarse alrededor de ese lugar, en alguna parte. — El cementerio de barcos |
Si Nessa cree que puedes usar ese viejo trapo en forma de estandarte para levantar un barco fantasma, ¿quién soy yo para discutirlo? No necesito entender cómo volverá a nosotros, solo saber que puede lograrlo. — La bandera negra |
El Pasaje Sumergido… está inundado de nuevo y no hay ninguna señal de las conchas que utilizaste para vaciarlo.
Afortunadamente hay otra forma de llegar a la Prisión de Axiom y más allá, un camino que he atravesado yo mismo, a través de lo que una vez fue la Charca Fétida y luego a través del Risco que se encuentra encima de ella.
El problema es, que lo que sea que haya traído de vuelta a la vida a esos fantasmas Karui también ha sellado la entrada a la charca con un grandísimo tótem. — La fortaleza karui |
La Charca Fétida ha perdido su olor. Se ha lavado, como la lluvia de otoño, que le proporciona el único baño decente a Teópolis de todo el año.
Y parece ser que cuando limpias toda la porquería, debajo hay una fortaleza Karui. Probablemente construida por el propio Rey Kaom. Ahora es el hogar de… ni siquiera lo sé. Sobra decir que no me acerqué demasiado, pero parece que es grande, Karui, y que está realmente enfadado por algo. — La fortaleza karui |
¿Has matado al dios de la guerra Karui? ¿Puedes matar a un dios?
Mira, ni siquiera puedo comenzar a entender lo que has hecho. Bestel será capaz de transformar nuestra gratitud en palabras más dignas de una leyenda. Yo trabajaré con lo que conozco. Una sólida recompensa para una hazaña increíble. — Tukohama |
Tenía esperanzas de ver a Nessa otra vez, soñaba acerca de ello como un maldito niño que cree en los cuentos de hadas.
No, ya no es como nosotros, pero al menos tampoco es como Merveil. No puedo pasar por alto una compasión así. Quién sabe, quizás le vaya mejor de esta forma. Realmente no se puede decir que esto sea un verdadero hogar al que volver.
Mira, sé que has hecho lo que has podido, y por ello, siempre tendrás mi gratitud. — Nessa |
Con el camino hacia el Bosque Phreciano despejado de nuevo, caminé a través de los bosques, para ver si las rarezas que estamos viendo en la costa también están ocurriendo tierra adentro. Lo que vi casi me congeló el corazón.
Los animales de ahí, pobres miserables… infestados por algún tipo de parásito. Hasta donde vi, parecen termitas, pero se hunden dentro de la piel y la mente en vez de en la madera. Si estoy en lo correcto, habrá un nido en alguna parte, y una reina. Si puedes encontrarlo, destrúyelo. Esos parásitos no son algo que queramos ver por aquí cerca. — La titiritera |
¿Otro maldito dios, dices? Sí, eso parece. Una deidad primitiva para un tiempo primitivo, arrastrándose fuera de la tierra con la intención de esclavizarnos a todos con su maldita y horripilante descendencia.
Creo que todos podríamos vivir tranquilos sin dioses de ese tipo. Así que toma, llévate esto para el camino que te espera. Por cómo están yendo las cosas, va a ser un camino difícil. — La titiritera |
Esa reliquia Karui que llevas… parece familiar. Sí, he visto su gemelo incrustado dentro de ese tótem que custodia la entrada al hogar de Tukohama. Si fuese tú… y en este caso me alegra no serlo… intentaría devolver el ojo a donde pertenece. Es posible que no sirva de nada, pero creo que merece la pena intentarlo. — El ojo de la conquista |
Nunca he llegado a creer del todo las historias que contaba Lilly. No me convencían, esos sacrificios a la luna llena que ella y su calaña realizaban en mar abierto. Pero ahora, en vista de los hechos, estoy obligado a reconsiderar.
Si eso significara que Nessa fuese a quedar libre de la atención del Rey del Mar, quizás yo mismo me animaría a rebanar uno o dos cuellos de amotinadores. — El rey del mar |
¿Aquellos “nobles” tambaleándose ahí afuera en la orilla? Abandonaron Oriath para enfrentarse a una muerte sangrienta. Ratas huyendo de un barco hundiéndose. Parece ser que han aprendido la cruel realidad. No importa cuánto dinero tengas, no puedes librarte de la muerte cuando viene por ti.
Aun así, no puedo decir que se hayan dado cuenta. Siguen siendo los mismos bastardos carnívoros que siempre han sido. Solo que ahora son un poco más obvios para hacerlo. — El litoral crepuscular |
Tuve una vida antes de la Vigilancia de Lioneye. No era mucho para algunas personas, pero era lo suficientemente buena para mí.
Lilly y yo hacíamos contrabando de alcohol para mantener nuestros bolsillos llenos. Se nos daba bien. Hacíamos un buen equipo, por su mente ágil y mis nervios de acero, hasta el día en el que me dejó borracho y atado en el Embarcadero de la Penitencia. Para cuando los Guardias Negros desenvolvieron su regalo, ella ya estaba a medio camino de Trarthus.
Así es como terminé aquí. Sí, me molesta un poco mirarla, ¿pero qué derecho tengo yo de decidir dónde acaban los restos del naufragio? — La vida con Lilly |
Parece que Tukohama ha alzado una hueste desde esa otra vida en la que los Karui como tú creen. Me dan pena esos pobres bastardos, si soy honesto. Los Karui no han tenido una historia sencilla. Colonizados, esclavizados, usados como peones en muchas guerras, y ahora abusados en la muerte por su propio dios.
Por eso no sigo a ninguna deidad. Todas son igual de malas. — Apariciones karui |
Parece que Tukohama ha alzado una hueste desde esa otra vida en la que los Karui como tú creen. Me dan pena esos pobres bastardos, si soy honesto. Los Karui no han tenido una historia sencilla. Colonizados, esclavizados, usados como peones en muchas guerras, y ahora abusados en la muerte por su propio dios.
Por eso no sigo a ninguna deidad. Todas son igual de malas. — Apariciones karui |
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