Las crónicas de Pureza Text Audio /6 ⍟
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{Libro 1: Ascuas de Insurrección}

"Subió al poder entre el humo de las brujas quemadas". Eso susurraban los Gemitas supervivientes sobre Voll de Thebrus, mientras él portaba la corona Imperial en el 2do Sacrato de Phreci, en el 1334 I.C. Pero en verdad, nunca fue el tipo de hombre que incendiaba a una niña solo por leer una palma o curar un acceso de gonorrea.

Justo y devoto a la fe y al país, el Alto Templario Voll no encontró inconvenientes para reunir a otros para su causa divina: el Señor Mayor Ondar de Sarn y Victario, el Poeta del Pueblo, de la mismísima Sarn; el Arzobispo Geofri de Phrecia; el Gobernador Kastov de Stridevolf; el Comandante Adus de Atalaya. Juntos, estos Guerreros de Pureza forjaron un levantamiento contra la taumatocracia Gemita. Voll deseaba que esta unión pudiera "arrancar al imperio de las garras del demonio y devolverlo a su humanidad".

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{Libro 2: Flores Sangrientas}

El Alto Templario Voll hizo que Victario le ruegue al Thane Rigwald de Ezomyr porque sabía que el poeta se las arreglaría mejor que cualquier político para inducir a los románticos Ezomitas a la rebelión. Revuelto por las palabras apasionadas de Victario, Rigwald acopió las fuerzas de sus clanes unidos por la sangre y en el 3er Fiero de Diviri I.C., tomó los campos de Glarryn en rebelión declarada contra el Gobernador Gaius Sentari.

Era tan colorido el esplendor de los mil tartanes y estandartes que el levantamiento Ezomita se conoció como "La Rebelión de las Flores Sangrientas". Aunque los legionarios Gemitas de Sentari mataron a tres Ezomitas por cada uno de sus caídos, las Flores Sangrientas ganaron ese día con puro coraje motivado por la furia.

El Gobernador Sentari huyó a Sarn para volver en Astrali con refuerzos que había tomado de la capital, de Vastiri y de guarniciones del sur. Lo que no sabía Sentari, era que al debilitar esas fuerzas, estaba haciendo exactamente lo que Voll quería.

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{Libro 3: La caída de un Hacha de Jade}

En una lucha hombre a hombre en un campo de batalla abierto, una Legión de Gemitas hubiera masacrado a los guerreros Karui de Kaom como cerdos en un matadero. Kaom, sin embargo, no tenía intenciones de enfrentar a Lioneye en una lucha justa. Kaom soportó graves pérdidas y fingió una retirada caótica, y de esta forma logró que Marceus ordene a sus Gemitas que abandonen sus escudos paveses para perseguir y eliminar a los Karui que estuvieran escapando.

La decisión de Lioneye no se basó en imprudencia, sino en la confianza nacida de su experiencia, que le indicaba que no había arqueros entre los Karui: por tradición, los guerreros Karui tienen prohibido el uso de armas que arrojen proyectiles de cualquier tipo. Lo que Lioneye no tuvo en cuenta, y no es extraño que así fuera, es que esta tavukai (prohibición sagrada) no afectaba a las mujeres. Por deseo de su tío, Hyrri había viajado a Thebrus y había practicado arquería con los mejores tutores militares de Voll. Cuando los legionarios sacrificaron protección en pos de mayor movilidad, Hyrri y sus arqueras salieron de cubierto e hicieron llover muerte sobre los Gemitas desde la cima de los acantilados.

El valiente Marceus Lioneye reunió a los legionarios restantes para una última resistencia dentro de los muros de la Vigilancia de Lioneye. Desde ese día y en honor a su valentía, Kaom llevó la cabeza enjoyada de Marceus en su cinturón.

Luego de asegurar un puerto seguro para la llegada de refuerzos, Kaom continuó su conquista de la costa masacrando a los ciudadanos Eternos. Así, abrió paso al primer asentamiento Karui en el continente de Wraeclast.

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{Libro 4: La Silla de Montar de la Sekhema Roja}

A cambio de su apoyo militar en la rebelión, Voll le prometió a Sekhema Deshret que le devolverían las tierras de pastoreo Maraketh que habían sido robadas durante la conquista del Imperio en las Planicies Vastiri. La Sekhema Roja pidió una condición: quería la piel de Héctor Titucius para fabricar una silla de montar rhoas.

Con este fin, Voll y Deshret desarrollaron una trampa para el General Titucius y su Legión Vastiri. Los Maraketh hacía tiempo que podían predecir los movimientos de las enormes y violentas tormentas de polvo que constantemente azotaban las planicies. Deshret localizó una de esas incipientes vorágines a un día de marcha del campamento de Titucius. Por su parte, Voll identificó algunos espías imperiales entre los Maraketh y les entregó información falsa respecto del potencial levantamiento tribal. Al morder el anzuelo, Titucius hizo que su legión Gemita rodeara el lugar de suministros, con lo que quedaron ubicados exactamente en la tormenta de polvo de Deshret.

En el tercer Galvano de Vitali 1333 I.C., la tempestad descendió sobre la legión de Titucius con ferocidad cegadora y ensordecedora. La {ahkara} de Deshret, nacida y criada en polvo y viento, arrasó con la legión y cosechó a sus hombres como a un campo de maíz. Una vez que la furia de los Maraketh y de la tormenta amainó, la Legión Vastiri no era más que un conjunto de pilas llenas de polvo. La Sekhema Roja reclamó su premio, y se dice que no hay silla de montar más cómoda en todo Vastiri que la de Deshret.

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{Libro 5: El Emperador está muerto. ¡Larga vida al Emperador!}

En el último día de Divini 1333 I.C., el Alto Templario Voll comenzó su asedio sobre Sarn, sus filas repletas de rebeldes Ezomitas, Karui y Maraketh, liderados respectivamente por Thane Rigwald, Hyrri de Ngamakanui y Sekhema Deshret. El Emperador Chitus reunió a sus Legionarios Gemitas recientemente creados y, por un tiempo, pareció preparado para ejecutar una defensa eficaz de la capital. Sus esfuerzos, sin embargo, se vieron impedidos por su más cercano consejero y amigo, el Señor Mayor Ondar.

Durante la celebración de la Noche de las Mil Cintas, Ondar apuñaló a Chitus con hojas embebidas en el más virulento de los venenos. La constitución inhumana del emperador, sin embargo, le fue útil hasta el fin. Chitus tomó su hacha y cortó a Ondar en dos antes de morir, en una demostración visceral y calamitosa de taumaturgia.

Malachai, Taumaturgo Condecorado, y su consorte gemita, Lady Dialla, fueron capturados poco tiempo después por los ciudadanos revolucionarios de Victario Nevalius. Una vez que sus líderes estuvieron muertos o detenidos, la aristocracia gemita de Sarn no tuvo más opción que ofrecer la rendición de la ciudad.

Voll marchó con su Ejército de Pureza a través de las puertas de la capital al día siguiente, y el Alto Templario fue coronado como Emperador Voll el Primero.

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{Libro 6: El Artefacto de Rapto}

Voll condenó a Malachai al Crematorio para una "conflagración en vida", pero parece que las promesas de Malachai lo han salvado de la pira. "Un final para la taumaturgia", es lo que clama. Un capricho que nuestro Emperador no tiene inconveniente en aceptar.

Ya hace más de un año que Malachai fue enviado al Templo de Solaris para forjar un mecanismo que purgue a Wraeclast de sus vicios sobrenaturales. Hoy, en el primer Fiero de Eterni 1336 I.C., Malachai y su Reina Gemita tiraron cada uno de un extremo de una manta de seda y revelaron el Artefacto de Rapto. Se retuerce delante de los ojos como un pozo de serpientes. Si es un milagro o una monstruosidad, nadie podría decirlo excepto Malachai. Y sin embargo mañana Voll guiará a la Legión Gemita a casa y transportará a Malachai, Lady Dialla y este asombroso aparato al norte.

Al norte, donde aparecieron las primeras Gemas. Donde nació la pesadilla de la taumatocracia de Chitus.

En Atalaya es donde nuestro Emperador Voll terminará lo que empezó. Quemará el imperio de Chitus de la historia y creará una nueva y pura teocracia a partir de las cenizas de la arrogancia y la corrupción.

Que Dios esté contigo, Voll de Thebrus, y con todos nosotros.

{ - Garivaldi, Cronista del Imperio}
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