Parece que nunca abandonaremos este extraño lugar. Nuestra guía declara que el artefacto que usamos para llegar aquí se ha roto y no puede ser reparado, y que sería necesario un milagro para encontrar un camino a casa. Desafortunadamente, conocemos el valor de los milagros.
Solo puedo esperar que quizás algunos exploradores intrépidos descubran este lugar y se aseguren de que esta carta te llegue, aunque eso puede ocurrir en mil años.
Cómo quisiera haber podido pasar algunos momentos más contigo, y haber podido sentir tu mano sobre la mía una vez más. El destino se ha asegurado de que, al igual que durante nuestros días en las Cortes, el deber se anteponga al deseo.