Rigwald Topic /14
NPC | Nombre |
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Carga de Rigwald | "Hoy, hombres de mi clan, ¡mi espada es mi voz!" - Rigwald, en la Batalla de Glarryn |
La maldición de Rigwald | Una vez pensé que Los Primeros sólo eran cuentos hechos para asustar a los niños. Pero he visto lo que pueden hacer. Lo he sentido. Y ahora debo vivir con ese terrible conocimiento. |
Plumas de Rigwald | Los afortunados inscriben su legado en las páginas de los libros de historia. El resto de nosotros debemos dejar nuestra marca con nuestra sangre o la sangre de otros. |
Cresta de Rigwald | Dentro del corazón de cada hombre y mujer se encuentra el alma de una bestia feroz. Si no puedes domesticarla, abrázala. |
Salvajismo de Rigwald | Desgarra la carne del hueso. Convierte el hueso en polvo. Esparce el polvo en el viento. |
Mandamiento de Rigwald | No temas a la muerte. Gira hacia él, plántale cara. Y sonríe cuando hunda sus dientes en las gargantas de nuestros opresores. |
Lluvia de plumas | "La lluvia de mil flechas que reduce presente a pasado, y vida a muerte". - Rigwald de los Ezomitas |
Botín de invierno | De niño, a Rigwald le enseñaron a cazar, Durante las primeras nevadas de invierno, Cuando las bestias han saciado su apetito, Y no ven más allá del largo letargo que les espera. |
Geis pagano | "Nosotros los Ezomitas hicimos promesas que este Dios Eterno nos hizo romper". - Thane Rigwald |
Casco de Rigwald | |
Botas de Rigwald | |
Guantes de Rigwald | |
Armadura de Rigwald | |
Mawr Blaidd | Rigwald creía que había conquistado un gran poder, pero fue el gran poder el que había conquistado a Rigwald |
Rigwald FlavourText /49
name | flavour |
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Mawr Blaidd BaseItemTypes | Rigwald creía que había conquistado un gran poder, pero fue el gran poder el que había conquistado a Rigwald |
LibraryGaribaldi2 NPCTextAudio | {Libro 2: Flores Sangrientas} El Alto Templario Voll hizo que Victario le ruegue al Thane Rigwald de Ezomyr porque sabía que el poeta se las arreglaría mejor que cualquier político para inducir a los románticos Ezomitas a la rebelión. Revuelto por las palabras apasionadas de Victario, Rigwald acopió las fuerzas de sus clanes unidos por la sangre y en el 3er Fiero de Diviri I.C., tomó los campos de Glarryn en rebelión declarada contra el Gobernador Gaius Sentari. Era tan colorido el esplendor de los mil tartanes y estandartes que el levantamiento Ezomita se conoció como "La Rebelión de las Flores Sangrientas". Aunque los legionarios Gemitas de Sentari mataron a tres Ezomitas por cada uno de sus caídos, las Flores Sangrientas ganaron ese día con puro coraje motivado por la furia. El Gobernador Sentari huyó a Sarn para volver en Astrali con refuerzos que había tomado de la capital, de Vastiri y de guarniciones del sur. Lo que no sabía Sentari, era que al debilitar esas fuerzas, estaba haciendo exactamente lo que Voll quería. { - Garivaldi, Cronista del Imperio} |
LibraryGaribaldi5 NPCTextAudio | {Libro 5: El Emperador está muerto. ¡Larga vida al Emperador!} En el último día de Divini 1333 I.C., el Alto Templario Voll comenzó su asedio sobre Sarn, sus filas repletas de rebeldes Ezomitas, Karui y Maraketh, liderados respectivamente por Thane Rigwald, Hyrri de Ngamakanui y Sekhema Deshret. El Emperador Chitus reunió a sus Legionarios Gemitas recientemente creados y, por un tiempo, pareció preparado para ejecutar una defensa eficaz de la capital. Sus esfuerzos, sin embargo, se vieron impedidos por su más cercano consejero y amigo, el Señor Mayor Ondar. Durante la celebración de la Noche de las Mil Cintas, Ondar apuñaló a Chitus con hojas embebidas en el más virulento de los venenos. La constitución inhumana del emperador, sin embargo, le fue útil hasta el fin. Chitus tomó su hacha y cortó a Ondar en dos antes de morir, en una demostración visceral y calamitosa de taumaturgia. Malachai, Taumaturgo Condecorado, y su consorte gemita, Lady Dialla, fueron capturados poco tiempo después por los ciudadanos revolucionarios de Victario Nevalius. Una vez que sus líderes estuvieron muertos o detenidos, la aristocracia gemita de Sarn no tuvo más opción que ofrecer la rendición de la ciudad. Voll marchó con su Ejército de Pureza a través de las puertas de la capital al día siguiente, y el Alto Templario fue coronado como Emperador Voll el Primero. { - Garivaldi, Cronista del Imperio} |
RigwaldIntroRandom NPCTextAudio | ¡El olor del miedo te traiciona! |
RigwaldIntro2 NPCTextAudio | ¡El olor del miedo te traiciona! |
RigwaldIntro3 NPCTextAudio | ¡Esta noche, tendré un festín! |
RigwaldIntro4 NPCTextAudio | ¡Esta noche, tendré un festín! |
RigwaldIntro5 NPCTextAudio | ¡Comienza la cacería! |
RigwaldIntro6 NPCTextAudio | ¡Comienza la cacería! |
RigwaldIntro7 NPCTextAudio | ¡Comienza la cacería! |
RigwaldIntro8 NPCTextAudio | ¡Huelo carne fresca! |
RigwaldIntro9 NPCTextAudio | ¡Huelo carne fresca! |
RigwaldIntro10 NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo tiene hambre! |
RigwaldIntro11 NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo tiene hambre! |
RigwaldIntro12 NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo tiene hambre! |
RigwaldIntro13 NPCTextAudio | ¡Mi presa se aproxima! |
RigwaldIntro14 NPCTextAudio | ¡Mi presa se aproxima! |
RigwaldIntro15 NPCTextAudio | ¡Mi presa se aproxima! |
RigwaldDeathRandom NPCTextAudio | Primeros... recuérdenme. |
RigwaldDeath2 NPCTextAudio | Primeros... recuérdenme. |
RigwaldDeath3 NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo me ha abandonado! |
RigwaldDeath4 NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo me ha abandonado! |
RigwaldDeath5 NPCTextAudio | Perdóname, Ezomyr. |
RigwaldDeath6 NPCTextAudio | Perdóname, Ezomyr. |
RigwaldDeath7 NPCTextAudio | No hay nada de qué arrepentirse |
RigwaldDeath8 NPCTextAudio | No hay nada de qué arrepentirse |
RigwaldGlyph1 NPCTextAudio | Puedes atrapar a un lobo del bosque. Puedes ponerle un collar, encadenarlo. Puedes hacerle pasar hambre, golpearlo hasta que gimotee y se doblegue. Pero ¿acaso ese lobo es un perro? Nunca. Un hombre solamente es un esclavo cuando permite que su corazón y su mente sean conquistados. Cuando comienza a creer que su vida ya no le pertenece. Cuando elige mirar hacia el suelo para siempre. Como el rey que elige besar los pies de un emperador. Un rey que mira a su copa y a su plato, que se da un banquete y engorda mientras su pueblo muere de inanición en sus propias calles. Algunos pueden llegar a decir que debería cargar con la culpa del regicidio. Que maté al rey de los Ezomitas. Sí, le serví al Rey Skothe su última cena, porque no vi a ningún rey en esa mesa. Vi a un perro. - Rigwald, el Rey Lobo |
RigwaldGlyph2 NPCTextAudio | En algún momento creí que los nos los niños nacían con ojos puros, libres de crueldad y malicia. Que es la vida la que te enseña a odiar, a golpear a otros a causa de la ira y el miedo. Pero cuando miré a los ojos a Gaius Sentari, no encontré ira. No encontré odio. No pude inferir ninguna historia de injusticia infligida a la joven inocencia. No vi ningún muro construido a partir del sufrimiento y la pena. En cambio, fui contemplado como un mercader contemplaría a las bestias de carga en un mercado. Mis compatriotas y yo fuimos contados, pesados, y asignados por el Gobernador Sentari. Este hombre a las minas. Esta mujer a los molinos. Este niño a las calles de Sarn, para ser explotado y azotado hasta el día en el que su sangre se drene hacia las alcantarillas de esa desdichada ciudad. Y aquellos que se resistían, aquellos que pedían ser tratados como cualquier otra cosa distinta de animales, eran despellejados y descuartizados, junto a una docena de sus parientes. No temas al hombre codicioso. Teme al hombre que odia. Teme al hombre que no siente nada en absoluto. - Rigwald, el Rey Lobo |
RigwaldGlyph3 NPCTextAudio | Los colores y estandartes de cien clanes, esparcidos de la misma manera que las flores salvajes se esparcen a través de las praderas de Glargarryn. Miles de hombres y mujeres, hambrientos, pobres, armados con hachas oxidadas y arcos de caza, mirando a través de aquel campo, con el coraje de la desesperación a la legión imperial desplegada contra ellos. Soldados resplandeciendo con bronce y acero. Hombres entrenados y curtidos. Sus pulidos escudos formando un muro de disciplina y determinación contra los avances de mi heterogénea multitud. “Yo canto, despotrico y deliro”, les dije, “¡pero hoy, hermanos, mi espada es mi voz!” Nos estrellamos contra esa legión como olas contra un acantilado. Nos repelieron una y otra vez. Los verdes campos se tornaron marrones y rojos con el barro fruto del esfuerzo y la sangre de la guerra. ¿Pero qué puede hacer un esclavo al respecto? ¿Sufrir la prolongada muerte de la mina y el molino, u ofrecer el regalo de su vida a su gente en un momento brillante y glorioso? Para los hombres y mujeres que me siguieron a la batalla, la elección fue sencilla. Tres Ezomitas cayeron por cada Eterno y aún así el coraje de mi pueblo derribó aquel pulido muro, rebanó el brazo fuerte del Imperio con una oxidada hacha de leñador. Gaius Sentari corrió por su miserable vida. Llamé al Gran lobo para que me asistiera, para que me diese el rastro de aquel zorro que se daba a la fuga. A pesar de que la caza fue rápida, me tomé el tiempo para asegurarme de que Gaius sintiera una pequeña porción del sufrimiento que había infligido antes de aceptar su ruego de compasión. - Rigwald, el Rey Lobo |
RigwaldGlyph4 NPCTextAudio | Me mantuve con el Ejército de la Pureza y contemplé los poderosos muros de Sarn. Luché contra Chitus y sus aberraciones Gemitas. Vi a nuestros ejércitos más fuertes, Ezomita, Maraketh, Karui y Templario, derribados ante las criaturas nacidas de la taumaturgia. Será necesario algo más que fuertes hombres y mujeres para derrotar a Chitus, pues esto ya no es una guerra de barro y sangre. Nos enfrentamos a monstruos, y para derrotarlos necesitaremos algunos monstruos propios. Aquí me encuentro, entre estas piedras. Aquí pongo mis regalos de sangre y canciones, de carne y fuego. Aquí hago un llamado a los Primeros, bestias de leyenda, terrores de nuestros sueños. Aquí aúllo hacia el mismísimo Gran lobo. Si contesta, estoy preparado para pagar el precio que sé que pedirá. No es más que lo que un hombre debería hacer por su familia. No es más que lo que un rey debería hacer por su pueblo. - Rigwald, el Rey Lobo |
RigwaldGlyph5 NPCTextAudio | El Gran lobo ha venido por mí. Su corazón late dentro de mi pecho. Su lengua se recuesta en mi boca. Sus colmillos coronan mi mandíbula. Sus ojos descansan dentro de mis cuencas. No veo al Ezomita y al Eterno, rey y plebeyo, maestro y esclavo. Solo veo presas. En el mundo de calles y campos, el emperador ha caído. Aquellos que eran esclavos ahora son libres. En el mundo de bosques y montañas, los Primeros cazan y se alimentan de la misma manera que lo han hecho desde el primer albor. Ya nunca caminaré entre mi gente. Nunca más tendré su sangre en mis labios. No seré su rey. Ahora soy el Rey de los Lobos. - Rigwald |
RigwaldGlyph6 NPCTextAudio | El Gran lobo me ha forzado a olvidarme de quién era… y me ha enseñado a ser mucho más. Un hombre se convierte en rey para poder proteger a la gente de ese día. Un hombre se convierte en un dios para poder proteger a la gente de todos los días que están por venir. Y así, comienza la caza interminable. El fervor de los Primeros permanece, vinculado por los druidas a fetiches de dientes y huesos, piel y garras. Sé dónde se han hilado estos potentes talismanes. Tengo su aroma. Y así, comienza la caza interminable. Perseguiré a los ladrones de nuestra antigua herencia. Arrancaré a los Primeros de las manos de los corruptos, para que no se alimenten y crezcan en un poder que no es el suyo. Debo tener poder, debo empuñarlo, en nombre del futuro de Ezomyr. Y así, comienza la caza interminable. - Rigwald |
RigwaldTransformRandom NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo me consume! |
RigwaldTransform2 NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo me consume! |
RigwaldTransform3 NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo está aquí! |
RigwaldTransform4 NPCTextAudio | ¡El Gran Lobo está aquí! |
RigwaldTransform5 NPCTextAudio | ¡Huye del hambre! |
RigwaldTransform6 NPCTextAudio | ¡Huye del hambre! |
RigwaldTransform7 NPCTextAudio | ¡Deberías correr! |
RigwaldTransform8 NPCTextAudio | ¡Deberías correr! |
Lluvia de plumas UniqueItems | "La lluvia de mil flechas que reduce presente a pasado, y vida a muerte". - Rigwald de los Ezomitas |
Carga de Rigwald UniqueItems | "Hoy, hombres de mi clan, ¡mi espada es mi voz!" - Rigwald, en la Batalla de Glarryn |
La maldición de Rigwald UniqueItems | Una vez pensé que Los Primeros sólo eran cuentos hechos para asustar a los niños. Pero he visto lo que pueden hacer. Lo he sentido. Y ahora debo vivir con ese terrible conocimiento. |
Botín de invierno UniqueItems | De niño, a Rigwald le enseñaron a cazar, Durante las primeras nevadas de invierno, Cuando las bestias han saciado su apetito, Y no ven más allá del largo letargo que les espera. |
Plumas de Rigwald UniqueItems | Los afortunados inscriben su legado en las páginas de los libros de historia. El resto de nosotros debemos dejar nuestra marca con nuestra sangre o la sangre de otros. |
Cresta de Rigwald UniqueItems | Dentro del corazón de cada hombre y mujer se encuentra el alma de una bestia feroz. Si no puedes domesticarla, abrázala. |
Salvajismo de Rigwald UniqueItems | Desgarra la carne del hueso. Convierte el hueso en polvo. Esparce el polvo en el viento. |
Mandamiento de Rigwald UniqueItems | No temas a la muerte. Gira hacia él, plántale cara. Y sonríe cuando hunda sus dientes en las gargantas de nuestros opresores. |
Geis pagano UniqueItems | "Nosotros los Ezomitas hicimos promesas que este Dios Eterno nos hizo romper". - Thane Rigwald |