He visto a muchos exiliados ir y venir, ya sea hacia el bosque o bajo tierra. De alguna forma, tú pareces diferente. Es diferente a estas alturas decir si para bien o para mal.
Mi nombre es Eramir, y por ahora tienes el beneficio de mi duda.
— Introducción |
Los Azmeri. La cultura que descendió de las Montañas Azmeri y fundó el Imperio Eterno, hace mucho tiempo. Aunque esas personas no tienen idea de su linaje. Su historia, su identidad... todo fue destruido en el cataclismo.
Esos Azmeri aceptaron a un deshonrado hijo de Oriath como yo; me alimentaron, me sanaron. Para saldar mi deuda, yo he aceptado a los huérfanos de un imperio muerto.
— Los azmeri |
Un gran corazón, pero poco sensato. Yeena se adentra en cosas que no debería. Este ‘Espíritu’ con el que está tan obsesionada... Si no es cuidadosa, al final terminará junto a él.
— Yeena |
Greust es el fuerte brazo derecho de esta tribu. Ningún hombre caza mejor, y ningún hombre podría hacer más para proteger a las personas que ama.
— Greust |
Los cuentos y canciones son la carne y bebida de Silk. Hubiera sido un buen bardo en el viejo Imperio. Somos una fracción de lo que afirma, no tenemos nada que temer de bandidos ni bestias con Silk entre nosotros.
— Silk |
He hablado con Helena acerca de Dominus y su expedición. Todo suena horriblemente plausible. Si podemos confiar plenamente en lo que nos cuenta… el tiempo dirá si sus lealtades desgarradas resultarán a nuestro favor.
— Helena |
¿Los Guardias Negros del Alto Templario? ¿Están aquí, hombro con hombro con unos meros exiliados como nosotros? Ciertamente un misterio, y tan cerca de la Aposento de Pecados. Lo que sea que quieran de ese sucio lugar, no será para mejorar la humanidad.
— Guardias negros |
Esos bandidos con los que te has encontrado ahí afuera… son los despojos de Oriath. Y como cualquier caldo pestilente, los trozos más desagradables burbujean hacia la superficie.
Los Señores del Hurto… Oak, Kraityn y Alira… los autoproclamados monarcas del bosque. Kraityn en el Este. Alira en el Oeste. Oak en el Norte. Y esta aldea, esta tribu... pagamos sus impuestos.
Nunca me aventuraría a decir que la vida en Wraeclast es sencilla, pero con esos tres desaparecidos... bueno, vivir aquí podría convertirse en posible.
— El flagelo de los bandidos |
Esos bandidos con los que te has encontrado ahí afuera… son los despojos de Oriath. Y como cualquier caldo pestilente, los trozos más desagradables burbujean hacia la superficie.
Los Señores del Hurto… Oak, Kraityn y Alira… los autoproclamados monarcas del bosque. Gracias a ti, Alira y sus esclavos son ahora sustento de los árboles. Sin embargo, Kraityn permanece en el Este. Oak en el Norte. Y esta aldea, esta tribu... continuamos pagando sus impuestos.
Nunca me aventuraría a decir que la vida en Wraeclast es sencilla, pero con Kraityn y Oak desaparecidos... bueno, vivir aquí podría convertirse en posible.
— El flagelo de los bandidos |
Esos bandidos con los que te has encontrado ahí afuera… son los despojos de Oriath. Y como cualquier caldo pestilente, los trozos más desagradables burbujean hacia la superficie.
Los Señores del Hurto… Oak, Kraityn y Alira… los autoproclamados monarcas del bosque. Gracias a ti, Kraityn y sus ratas de río son alimento de las gaviotas y anguilas. Dando en vez de tomando por una vez en sus equivocadas vidas. Sin embargo, Alira permanece en el Oeste. Oak en el Norte. Y esta aldea, esta tribu... continuamos pagando sus impuestos.
Nunca me aventuraría a decir que la vida en Wraeclast es sencilla, pero con Alira y Oak desaparecidos... bueno, vivir aquí podría convertirse en posible.
— El flagelo de los bandidos |
Esos bandidos con los que te has encontrado ahí afuera… son los despojos de Oriath. Y como cualquier caldo pestilente, los trozos más desagradables burbujean hacia la superficie.
Los Señores del Hurto… Oak, Kraityn y Alira… los autoproclamados monarcas del bosque. Gracias a ti, Alira y Kraityn ya no existen, sus clanes de bandidos muertos o desperdigados. Sin embargo Oak permanece en el Norte. Y esta aldea, esta tribu... continuamos pagando sus impuestos.
Nunca me aventuraría a decir que la vida en Wraeclast es sencilla, pero con Oak desaparecido... bueno, vivir aquí podría convertirse en posible.
— El flagelo de los bandidos |
Esos bandidos con los que te has encontrado ahí afuera… son los despojos de Oriath. Y como cualquier caldo pestilente, los trozos más desagradables burbujean hacia la superficie.
Los Señores del Hurto… Oak, Kraityn y Alira… los autoproclamados monarcas del bosque. Gracias a ti, Oak y sus esbirros están siendo pasto de los gusanos. Dando en vez de tomando por una vez en sus equivocadas vidas. Sin embargo Kraityn permanece en el Este. Alira en el Oeste. Y esta aldea, esta tribu... continuamos pagando sus impuestos.
Nunca me aventuraría a decir que la vida en Wraeclast es sencilla, pero con Kraityn y Alira desaparecidos... bueno, vivir aquí podría convertirse en posible.
— El flagelo de los bandidos |
Esos bandidos con los que te has encontrado ahí afuera… son los despojos de Oriath. Y como cualquier caldo pestilente, los trozos más desagradables burbujean hacia la superficie.
Los Señores del Hurto… Oak, Kraityn y Alira… los autoproclamados monarcas del bosque. Gracias a ti, Oak y Kraityn ya no existen, sus clanes de bandidos muertos o desperdigados. Sin embargo Alira permanece en el Oeste. Y esta aldea, esta tribu... continuamos pagando sus impuestos.
Nunca me aventuraría a decir que la vida en Wraeclast es sencilla, pero con Alira desaparecida... bueno, vivir aquí podría convertirse en posible.
— El flagelo de los bandidos |
Esos bandidos con los que te has encontrado ahí afuera… son los despojos de Oriath. Y como cualquier caldo pestilente, los trozos más desagradables burbujean hacia la superficie.
Los Señores del Hurto… Oak, Kraityn y Alira… los autoproclamados monarcas del bosque. Gracias a ti, Alira y Oak ya no existen, sus clanes de bandidos muertos o desperdigados. Sin embargo Kraityn permanece en el Este. Y esta aldea, esta tribu... continuamos pagando sus impuestos.
Nunca me aventuraría a decir que la vida en Wraeclast es sencilla, pero con Kraityn desaparecido... bueno, vivir aquí podría convertirse en posible.
— El flagelo de los bandidos |
Hay grandeza en ti. Lo has mostrado sin ninguna duda. Y si has matado a los bandidos por nosotros, o para tus propios fines, no importa en absoluto. Nos has devuelto nuestro hogar y nuestro futuro.
— Señores bandidos |
¿Dices que los Señores del Hurto llevan esto alrededor de sus cuellos? Estos artefacto, y esa antigua entrada en el noroeste… me aventuraría a decir que fueron construidos por las mismas manos. Manos Vaal.
Y parece que los abalorios de los bandidos podrían formar una sola pieza completa. Déjamelos un momento. Solía ser bueno para este tipo de cosas. Mira, parece que este encaja perfectamente aquí y este tercero también, parece ser que sí...
— Amuletos de los bandidos |
{Lo siento tanto amigo mío, ¿Estás bien? Sí, aparentemente estás intacto. Es extraordinario ya que… por un breve momento eras algo totalmente distinto. No me asusta admitirlo… una desconcertante versión de ti mismo.
Si fuese tú, me desharía de ese artefacto lanzándolo al agujero más profundo y oscuro que pudiese encontrar.}{Lo siento tanto amiga mía, ¿Estás bien? Si, aparentemente estás intacta. Es extraordinario ya que… por un breve momento eras algo totalmente distinto. No me asusta admitirlo… una desconcertante versión de ti misma.
Si fuese tú, me desharía de ese artefacto lanzándolo al agujero más profundo y oscuro que pudiese encontrar.}
— Amuletos de los bandidos |
¿El gigante ya no existe? Desearía poder decir que es un buen augurio para nosotros, pero con Oak desaparecido, Kraityn y Alira solamente se harán más fuertes.
— Oak |
¿La hechicera ya no existe? Desearía poder decir que es un buen augurio para nosotros, pero con Alira desaparecida, Kraityn y Oak solamente se harán más fuertes.
— Alira |
¿El marcado ya no existe? Desearía poder decir que es un buen augurio para nosotros, pero con Kraityn desaparecido, Oak y Alira solamente se harán más fuertes.
— Kraityn |
Has conseguido lo que ninguno de nosotros pudimos, ni siquiera el feroz Greust. Y aunque estamos agradecidos, no nos atrevemos a dormir con ambos ojos cerrados aún.
El equilibrio de poder ya no existe. Al derrocar a un Señor y una Dama, has hecho de Oak un déspota.
— Oak |
Has conseguido lo que ninguno de nosotros pudimos, ni siquiera el feroz Greust. Y aunque estamos agradecidos, no nos atrevemos a dormir con ambos ojos cerrados aún.
El equilibrio de poder ya no existe. Al derrocar a dos Señores, has hecho de Alira una emperatriz.
— Alira |
Has conseguido lo que ninguno de nosotros pudimos, ni siquiera el feroz Greust. Y aunque estamos agradecidos, no nos atrevemos a dormir con ambos ojos cerrados aún.
El equilibrio de poder ya no existe. Al derrocar a un Señor y una Dama, has hecho de Oak un tirano.
— Kraityn |
Desapareciste dentro de esa ruina Vaal y ahora el cielo, la luz, y la mismísima tierra cojea como un leproso. De algún modo, de forma deliberada o por accidente, has causado esto. Ahora todos sufrimos tus consecuencias.
Diferente bien, diferente mal… ahora sabemos de qué lado ha caído la moneda.
— La oscuridad |
La humanidad tiene un rasgo redentor. Aprendemos de nuestros fallos. Definitivamente nos diste un buen susto, pero el daño no parece perdurar.
Gracias por hacer lo correcto.
— La luz |
Muéstrame esta gema del Aposento de Pecados. Tiene el aspecto de una Gema de Virtud, como las que ya llevas… pero claramente no está diseñada para encajar en ninguna de tus piezas estándar.
Mira el color. Siente la energía que emana. Malígaro tenía poca virtud en mente cuando creó esta cosa.
— La gema funesta |
Podría ser la nefasta pieza que Silk recogió cerca del Aposento de Pecados. Creo que se parece mucho a las ciencias oscuras de Malígaro.
Si puedes convencer a Silk de que te la de, haz un favor al mundo y arroja esa púa al fondo del río.
— Púa de Malígaro |
La Gema Funesta y la Púa de Malígaro. Me aventuraría a decir que estas dos piezas grotescas están hechas la una para la otra. Un matrimonio nacido en la oscuridad.
¿Mi consejo? Envíalos a su lecho matrimonial: el lecho del río.
— Las creaciones de Malígaro |
La antigua entrada al noroeste es algo peculiar. No pertenece al Impero Eterno. Puede que sea de origen Vaal… una cultura que he visto mencionada aquí y allá en algunos de los textos más antiguos.
Fueron los Vaal quienes comenzaron a usar las Gemas de Virtud, mucho antes que nuestros ancestros imperiales. Poco más se sabe de ellos. Si tan solo tuviese mis antiguos archivos del museo, te podría haber dado una teoría más avanzada.
— Entrada antigua |
¿Le has puesto fin al viejo Lorrata? Retorcidos de corazón y mente eran los hombres que construyeron esa gema y ese implemento de cirugía negra. ¿Y qué hay de quien elige portar sus creaciones?
Por supuesto que deseaba conocer los secretos encerrados en esa tumba. Pero no a costa de una vida tan grande y vieja.
— Lorrata |
Las Ruinas del Santuario Caído son una sombra de lo que una vez fue bueno en Wraeclast.
¿Ese sigilo tallado en sus piedras? Es una Visión, de cuando el Templario aún representaba algo. Para los ancestros de Oriath, la Visión era una antorcha parpadeante en la noche. Una fuente de inspiración y alivio.
Lo triste de las antorchas… es que se apagan.
— Ruinas del Santuario caído |
{Así que este altar que has encontrado… ¿es una pequeña pirámide a la que le falta el ápice? Debe ser de origen vaal. Y solo hay un artefacto que yo haya visto que pudiese ser el ápice desaparecido.
Alira, Kraityn y Oak… Permanecieron con nosotros por poco tiempo, mientras se recuperaban de la experiencia de la Costa de la Sirena. Eran brutos como ladrones, hasta que descubrieron algo: una pequeña pirámide construida en un estilo vaal. Tenía el poder de mejorar la fuerza innata que llevamos dentro. Lucharon por ella, dividieron el ápice en un trío... cada uno tomó una pieza y huyó.
Si estás resuelto a desbloquear ese altar, entonces creo que tu llave la tienen los Señores del Hurto.}{Así que este altar que has encontrado… ¿es una pequeña pirámide a la que le falta el ápice? Debe ser de origen vaal. Y solo hay un artefacto que yo haya visto que pudiese ser el ápice desaparecido.
Alira, Kraityn y Oak… Permanecieron con nosotros por poco tiempo, mientras se recuperaban de la experiencia de la Costa de la Sirena. Eran brutos como ladrones, hasta que descubrieron algo: una pequeña pirámide construida en un estilo vaal. Tenía el poder de mejorar la fuerza innata que llevamos dentro. Lucharon por ella, dividieron el ápice en un trío... cada uno tomó una pieza y huyó.
Si estás resuelta a desbloquear ese altar, entonces creo que tu llave la tienen los Señores del Hurto.}
— El altar oscuro |
Más allá de sus extrañas costumbres, he aprendido a no despreciar los sueños más vívidos de Yeena. Está en sintonía con esta tierra de maneras que encuentro difíciles de comprender.
En cuanto a esta montaña "construida por el hombre" que describe, solo he visto una estructura parecida. Encontré entre unos bocetos en los archivos de Theopolis sobre una pieza de ingeniería Vaal, piramidal en cuanto a estructura. De acuerdo con esos documentos la pirámide se encuentra al norte del Bosque Phrecian, enterrada bajo el manto donde descansa Sarn.
No tengo ni idea de si todavía existe, o si alguna vez existió. Sin embargo, considerando las circunstancias actuales, no hay mucho que perder en la búsqueda, ¿verdad?
— La visión de Yeena |
He leído acerca de Shavronne de Umbra, y lo que le hizo al Guardián en Axiom. Hiciste bien en terminar con la miserable existencia de Brutus.
Pero la barricada de Shavronne, realmente es una noticia triste. Ya hay poca libertad en Wraeclast de por sí, pero estar encallado en una lúgubre costa... me compadezco de los exiliados que están por venir.
¿Me preguntas si sé cómo derribar la barricada? Me temo que no. Estaba un poco distraído la última vez que tomé el camino. Hay hombres cabra hambrientos que evitar de un lado y los esclavos de Alira del otro.
— Pasaje bloqueado |
¿El Aposento de Pecados? Aparentemente el difunto Arzobispo Geofri de Phrecia le dio ese título. Fue construido por el Emperador Chitus para un tal Inquisidor Malígaro.
¿Cómo sé esto? Es vergonzoso, pero hice el trabajo sucio de Dominus con la esperanza de avanzar en mis conocimientos. Exploré fragmentos de documentos que trajeron Fairgraves y también Daresso, antes de su desgracia. Desenterré todo lo que pude sobre los maestros y maestras de la Taumaturgia del Imperio Eterno, un tema de gran interés para nuestro supuestamente devoto Alto Templario.
Si fuera tú, evitaría el viejo laboratorio de Malígaro. Es un lugar de enfermedad infectado por una mente dañada.
— El aposento de pecados |
Acepté el mecenazgo que el Alto Templario Dominus ofreció a mi museo en apuros. Tomé su favor y llevé a cabo su investigación de las artes taumatúrgicas practicadas dentro del Imperio Eterno.
Desearía haber sabido antes lo que se ahora. Que estaba complaciendo los deformados sueños de un loco.
— Dóminus |
Ah sí, parece que tienes inclinación de presentarte cuando los tiempos están en su momento más… es desconcertante. Parece que nuestro Todopoderoso nos ha abandonado. Deidades falsas de edades pasadas ahora se alzan y devastan mientras que nuestro bendito Inocencia permanece tan silencioso como las piedras que están frente a mis pies. propaganda Templaria, ¿eh?
Bueno, supongo que si debemos defendernos por nosotros mismos, entonces deba responder a tu inquietante llegada con nuestra aflicción más urgente.
— Saludos |
Si, Ralakesh, el dios de muchas caras. Leí acerca de este dios cuando me encargaba del museo en Teópolis. Se dice que estaba obsesionado con gobernar, particularmente, en el control de la humanidad a través de nuestros instintos más primarios y salvajes. Gobernó sobre los ciudadanos de una desafortunada ciudad Vaal. Desafortunadamente, no recuerdo el nombre.
Pero sí recuerdo que sus experimentos casi fueron la causa de la extinción de sus sujetos, y que se vio forzado a esclavizar muchos Azmeri para repoblar su dominio.
Aunque me estremezco de pensarlo, solamente puedo imaginar que Ralakesh tiene ahora unos planes similares.
— Ralakesh |
Un caso fascinante que se ríe en la cara de todo lo que es natural. Weylam es sin duda un no-muerto, algo que sobra en Wraeclast, ¿pero un fantasma sensible y razonable? Eso sí que es raro.
Cuando hablamos, siento que estoy mirando hacia la fisura, presenciando lo que el hombre no estaba destinado a conocer. He teorizado acerca de qué anima la esencia del pirata, como logra manifestarse en este mundo de nuevo. Creo que debo compilar mis observaciones y especulaciones en un libro. Sí… Las Elucidaciones de Eramir acerca de los No Muertos. Suena bien, ¿no te parece?
— Weylam |
Desafortunadamente, el templo de Arakaali se encuentra más allá de lo que ahora pertenece a Ralakesh. Para alcanzar a la diosa de muchas patas primero debes llegar a una conclusión con el dios de muchas caras.
— El templo de Arakaali |
Por lo que puedo recordar, Arakaali era una diosa de la fertilidad Vaal, una unión más bien perturbadora de sexualidad y mortalidad. Aunque normalmente tomaba la forma de un gran arácnido, Arakaali a veces también asumía forma humana, un truco para atraer a los mortales para copular. Los textos eran vagos respecto del sexo de su presa.
Después de saciar sus deseos carnales, saciaba su sed divina, drenando a su amante de todos sus líquidos corporales. Sus acólitos recogerían más tarde la cáscara disecada y la colocarían de forma decorativa en el impío templo de Arakaali.
Me temo que Silk no conoce la verdadera naturaleza de este “matrimonio” que tan desesperadamente busca.
— Arakaali |
Aunque tenían tecnología muy avanzada, los Vaal eran más bien brutos en sus prácticas sociales. Me parece desconcertante pensar que los Vaal, siendo un pueblo que creía en la ciencia y en el progreso, construyesen elaborados altares de sacrificio en el centro de sus ciudades.
Al juzgar por la constitución de esta particular ruina, diría que la ciudad logró una gran prominencia durante el reinado de la Reina Tetzlapokal, a la que algunos estudiosos llaman “niña de tendencias perturbadoras”. Era una devota de Arakaali y, de acuerdo con la literatura, tenía una profunda fascinación con la mortalidad y la forma humana inerte.
Las historias cuentan como la reina pedía que sus súbditos depositasen los cuerpos de sus seres queridos fallecidos en los peldaños de su palacio. Los cuerpos luego se llevaban rápidamente al interior para ser usados para… desafortunadamente, la mayoría de los estudiosos comenzaban a contar histéricas conjeturas llegado ese punto. Al menos espero que fuesen conjeturas.
— La ciudad vaal |
La reliquia que la marea trajo a la orilla y que comenzó todo el caos, estaba recubierta de antiguas inscripciones Vaal. Los símbolos estaban bastante erosionados, lo que lo convertía en un desafío para traducir, pero lo hice lo mejor que pude.
Las inscripciones hablaban de un dios, Ralakesh. Si este objeto albergaba de alguna forma el espíritu de la monstruosidad de muchas caras, entonces me temo que todos estamos en peligro. Ralakesh era conocido por su afición de subyugar y controlar. Por favor, te pido que destruyas a este dios antes de que su fuerza y dominancia crezcan de manera insuperables. Corta a esta amenaza divina de raíz.
Nuestro pobre amigo, Greust, posiblemente se haya convertido en el avatar de Ralakesh en este mundo. Al menos su comportamiento reciente así lo indica. Si pudieses… acabar con Greust, Ralakesh estaría forzado a refugiarse dentro de la reliquia. Destruye la reliquia y quizás también destruyas al dios.
— Greust |
La reliquia que la marea trajo a la orilla y que comenzó todo el caos, estaba recubierta de antiguas inscripciones Vaal. Los símbolos estaban bastante erosionados, lo que lo convertía en un desafío para traducir, pero lo hice lo mejor que pude.
— EramirRalakeshQuestOak |
La reliquia que la marea trajo a la orilla y que comenzó todo el caos, estaba recubierta de antiguas inscripciones Vaal. Los símbolos estaban bastante erosionados, lo que lo convertía en un desafío para traducir, pero lo hice lo mejor que pude.
— EramirRalakeshQuestKraityn |
La reliquia que la marea trajo a la orilla y que comenzó todo el caos, estaba recubierta de antiguas inscripciones Vaal. Los símbolos estaban bastante erosionados, lo que lo convertía en un desafío para traducir, pero lo hice lo mejor que pude.
— EramirRalakeshQuestAlira |
{¡Eres realmente un héroe de la edad moderna! ¡Has triunfado incluso donde no pudieron los ancianos Vaal!
Debo decir que estoy bastante aliviado. Por un momento me temía que nos estuviésemos encaminando hacia una dictadura teocrática. El exilio me permitió liberarme de una. No tenía ningún deseo de experimentar otra.
Mereces ser recompensado por tus esfuerzos. Toma, algo con un poco de conocimiento se ajustaría bien a tus propósitos. }{¡Eres realmente una heroína de la edad moderna! ¡Has triunfado incluso donde no pudieron los ancianos Vaal!
Debo decir que estoy bastante aliviado. Por un momento me temía que nos estuviésemos encaminando hacia una dictadura teocrática. El exilio me permitió liberarme de una. No tenía ningún deseo de experimentar otra.
Mereces ser recompensado por tus esfuerzos. Toma, algo con un poco de conocimiento se ajustaría bien a tus propósitos. }
— Ralakesh |
Sí, conozco a Gruthkul, la madre en duelo. Aparecía bastante en algunos de los textos Vaal que restauré durante mi estancia en el museo en Teópolis.
Después de la muerte de sus hijos, la Reina Gruthkul huyó al norte y encontró eventualmente un respiro entre los refugiados de su propio reino destrozado. Sin embargo, estos partidarios vieron a su propia reina como un arma, una herramienta para vengarse. Alimentaron su dolor, transformando pena en odio, odio en violencia. Como un oso anciano, Gruthkul descendió al salvajismo y a la ferocidad. Pero sus cuidadores subestimaron estúpidamente la agonía que su afligida reina llevaba en su corazón. Como un oso atrapado en una trampa, Gruthkul se liberó de sus lealtades humanas y asesinó a sus seguidores, hasta la última mujer y niño. Fue a través de la devastación que Gruthkul ascendió a la divinidad.
El dolor de Gruthkul ha trascendido a través de las edades y desatará su dolor sobre cualquiera que encuentre hasta que su duelo finalmente termine.
— Gruthkul |
{Así que la madre en duelo duerme una vez más. Su historia me ha llegado a fascinar, y tu conquista sobre ella crea un dramático y satisfactorio clímax, ¿no crees? No soy nada más que un hombre viejo, viviendo indirectamente a través de ti. Ya que la historia parece intentar repetirse, la anotaré en un libro: “Un Relato Histórico de la Diosa Gruthkul y el Legendario Campeón que la derrotó”. Sí, el título necesita un poco de trabajo, pero servirá por ahora. Toma, considera esta ofrenda como un adelanto sobre las ganancias que disfrutaremos después de la publicación… si hay alguien en Wraeclast que pueda leer, claro.}{Así que la madre en duelo duerme una vez más. Su historia me ha llegado a fascinar, y tu conquista sobre ella crea un dramático y satisfactorio clímax, ¿no crees? No soy nada más que un hombre viejo, viviendo indirectamente a través de ti. Ya que la historia parece intentar repetirse, la anotaré en un libro: “Un Relato Histórico de la Diosa Gruthkul y la Legendaria Campeona que la derrotó”. Sí, el título necesita un poco de trabajo, pero servirá por ahora. Toma, considera esta ofrenda como un adelanto sobre las ganancias que disfrutaremos después de la publicación… si hay alguien en Wraeclast que pueda leer, claro.}
— Gruthkul |
Comenzó con unos cuantos murmullos mientras dormía, y luego largas expediciones a la selva en busca de reliquias de naturaleza claramente arácnida. Al principio pensé que era parte de la excéntrica naturaleza de Silk. Luego comenzaron las noches sin dormir en las que estudiaba aquellas reliquias, las lecturas febriles en idioma Vaal entrecortado, los extraños rituales de ocho fases…
Y entonces una noche, Silk reunió toda su colección y se escabulló hacia la oscuridad sin mediar palabra. Silk siempre ha sido susceptible a las buenas historias de ficción. Quizás finalmente ha desechado por completo la realidad.
— Silk |
¿Qué? ¿Está intentando contraer matrimonio con Arakaali? ¡Madre mía, esa es una historia descabellada incluso tratándose de Silk!
Sí, conozco ese nombre, y el lugar al que está vinculado. Un templo al norte, ahora en ruinas. Si Silk pretende congregarse de forma impía con esta tal Arakaali, probablemente podamos encontrarlo en ese lugar.
— Silk |
Pobre Silk. Al igual que muchos anteriores a él, Silk ha sucumbido a la enfermedad más maliciosa. Ambición. Ese anhelo de grandeza. Una compulsión irresistible de dejar una marca en el mundo. Hay otro nombre para ese tipo de marcas. Cicatrices.
— Silk |
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