No quiero sonar desagradecida pero no tenemos tiempo para charlar. Tolman estaba ahí afuera conmigo y ahora... Piedad lo tiene.
Se dirigen al Crematorio. No tengo posibilidades contra Piedad y sus Guardias negros, pero tú... tú eres otra cosa.
Por favor, algo en tu corazón hizo que me rescataras. Tolman es igual de merecedor de tu generosidad. — Tolman |
Estás solo. Así que Tolman... ¿No fuiste al Crematorio?
No, claro que no, esta no es tu lucha. Lo siento. Estuvo mal de mi parte cargarte con eso y pedirte que arriesgues tu vida por alguien a quien no conoces.
No te preocupes. Algo se me ocurrirá. Siempre es así. — Tolman |
No quiero sonar desagradecida pero no tenemos tiempo para charlar. Tolman estaba ahí afuera conmigo y ahora... ¿lo encontraste? ¿Dónde?
Oh Dios... Tolman.
Wraeclast nos quita todo... En mi familia siempre conservamos algo de aquellos a quienes hemos perdido. Es una tradición tonta, pero sin embargo nos aferramos a lo que podemos, especialmente aquí. Por favor, si... no sé por qué lo harías... pero si vas de nuevo al Crematorio, ¿podrías traerme el brazalete de Tolman? Significaría mucho.
Ahora, tú ve primero. Te veré en el campamento luego... y ahí hablaremos más. Por ahora, necesito estar sola. — Tolman |
No quiero sonar desagradecida pero no tenemos tiempo para charlar. Tolman estaba ahí afuera conmigo y ahora... ¿lo encontraste? ¿Dónde?
Oh Dios... Tolman.
Este brazalete lo hice para él cuando llegó aquí por primera vez. El tonto dijo que nunca se lo quitaría. Lo llamé mentiroso. Sin embargo, nunca se lo quitó. Ni una vez.
Te veré en el campamento luego... y ahí hablaremos más. Por ahora, necesito estar sola. — Tolman |
Te veré en el campamento luego... y ahí hablaremos más. Por ahora, necesito estar sola. — Tolman |
Lo siento, no puedo... necesito algo de tiempo. Debemos hablar, lo sé. Pero por favor, no ahora. — Tolman |
Pobre Tolman. Este brazalete lo hice para él... cuando llegó aquí por primera vez. El tonto dijo que nunca se lo quitaría. Lo llamé mentiroso. Sin embargo, nunca se lo quitó. Ni una vez. — Tolman |
Necesito darte algo. Le pregunté a muchos de ustedes allí en las Barriadas. A más de los que debí.
Tú intentaste, y eso es todo lo que nosotros los exiliados podemos soñar con hacer. — Tolman |
Lo siento, yo... necesito más tiempo para... pensar. Hablaremos pronto, lo prometo. — Tolman |
¿Maramoa? Escuché que los Karui tenían esta filosofía... {makanui}, la Tradición del Guerrero. No creo que puedas encontrar alguien con más {makanui} que ella.
Se autoimpuso la responsabilidad de cuidarme... antes de que Tolman llegara. Me salvó el pellejo más de una vez. No tengo problema con eso. Es mejor que estar del lado de sus enemigos. — Maramoa |
{A Hargan le gusta pensar que era mi dulce y viejo "tío" en Teópolis. Es cierto, el trabajo que me dio nos salvó a mis padres y a mí de morir de hambre.
Esto fue luego de que mi padre perdió la fortuna de la familia en una mesa de cartas y tuvimos que abandonar la mansión en el campo para ir a una caja de pulgas en Teópolis.
Pero no es ni la mitad de generoso de lo que dice ser. Cuando Hargan te da algo, puedes estar más que seguro de que se lo cobrará con creces.}{A Hargan le gusta pensar que era mi dulce y viejo "tío" en Teópolis. Es cierto, el trabajo que me dio nos salvó a mis padres y a mí de morir de hambre.
Esto fue luego de que mi padre perdió la fortuna de la familia en una mesa de cartas y tuvimos que abandonar la mansión en el campo para ir a una caja de pulgas en Teópolis.
Pero no es ni la mitad de generoso de lo que dice ser. Cuando Hargan te da algo, puedes estar más que segura de que se lo cobrará con creces.} — Hargan |
Nadie debería pasar por lo que pasó Grigor. Lo ayudo lo más que puedo, pero es orgulloso... y está bien que lo sea.
Sobrevivió a lo que ha destruido... a demasiados de nosotros. — Grigor |
Esas llaves abren la entrada a las alcantarillas. Tolman las encontró... creía que en los peores momentos, las personas esconderían su riqueza en los peores lugares.
Nunca tuvimos lo necesario para probar su teoría, no con todos esos Imperecederos ahí abajo. Pero tú eres fuerte... más fuerte que cualquiera de los que estamos aquí. No creo que {tú} debas temerle a la oscuridad. — Llaves de las alcantarillas |
Estamos del otro lado del mundo y sin embargo mi lazo con Vinia se mantiene. Ese era el nombre real de Piedad en Teópolis, antes de su ascenso a la grandeza.
Vinia vendía su taumaturgia de día y su cuerpo de noche. Era popular. Lo suficiente para convertirse en una de mis mejores clientas.
Pero el dinero nunca significó mucho para Vinia. No, ella luchaba por algo mayor... algo más noble. Solía decirme: "La vida no necesariamente debe ser así de difícil. Es momento de que se den cuenta de eso".
Apuesto que le dijo la misma maldita frase a Tolman. — Piedad |
Lo Guardias Negros hablaron de que las gemas de Piedad están "infectadas con pesadilla"...
Tolman... ¿qué fue lo que te {hizo}? — Las gemas de Piedad |
{Vinia fue arrestada por "Asociarse con lo Profano" y condenada a la pira. Eso fue antes de los destierros.
Dominus compartió la última cena con ella, escuchó su confesión. Muchos creen que Vinia se ganó el mecenazgo de Dominus de rodillas. Yo no. Vinia le dio su "mejor vida" a Dominus, y consiguió un nuevo nombre a cambio.
Puedes estar seguro de algo: el gran futuro de Piedad no incluirá a gente como tú o yo, o Tolman.}{Vinia fue arrestada por "Asociarse con lo Profano" y condenada a la pira. Eso fue antes de los destierros.
Dominus compartió la última cena con ella, escuchó su confesión. Muchos creen que Vinia se ganó el mecenazgo de Dominus de rodillas. Yo no. Vinia le dio su "mejor vida" a Dominus, y consiguió un nuevo nombre a cambio.
Puedes estar segura de algo: el gran futuro de Piedad no incluirá a gente como tú o yo, o Tolman.} — Vinia |
Si encuentras un lugar lo suficientemente alto, podrás ver el Templo de Lunaris sobre el río, en el límite oeste de la ciudad.
Desde que los Guardias Negros llegaron, las nubes sobre el templo han estado manchadas con el más negro humo. A veces se puede ver, cuando sopla el viento del oeste. Apesta peor que la muerte. — El Templo de Lunaris |
Gravicius cenó con nosotros en una ocasión. Fue antes de que las deudas de mi padre en las apuestas lo sobrepasaran. Cené con él nuevamente, en la prisión de Teópolis, la noche antes de mi exilio. No fue muy educado ese día...
Gracias. Ya puedo dejar atrás esa memoria. — General Gravicius |
Los historiadores mantienen un silencio de muerte respecto de la caída del Imperio. Luego de la Rebelión de la Pureza, el Reino de Kaom asedió a Oriath e impidió el comercio y las comunicaciones con el continente. Se dice que Kaom planeaba invadir.
Fue solo cuando los Karui retrocedieron que Oriath recibió noticias de Wraeclast, pero para ese entonces ya no había nadie para contar lo que había pasado. — Cataclismo |
Lo sé, es muy extraño que la piedra y el acero se muevan y vivan como tú y yo.
De cualquier modo, leí que los escultores de Chitus ablandaban sus materiales con "sulfito taumético", un subproducto del refinamiento de gemas. Es la única conexión que se me ocurre entre el cataclismo y las esculturas vivientes de Sarn. — Estatuas |
Donde sea que esté, estoy segura de que Tolman sabe lo que has hecho. Sé que no lo hiciste por él, o por mí. No importa. El reinado de crueldad de Piedad se ha acabado. Gracias. — Piedad |
Chitus creía que los Gemitas eran la cumbre del progreso humano. "Estas gloriosas gemas nos han traído tan cerca de los dioses que podríamos escupirlos", dijo una vez.
El Alto Templario de ese momento, Voll de Thebrus, creyó que eran una perversión. Quería al imperio puro, "limpio de las manchas de la taumaturgia". Mira a Sarn y dime cuál de los dos tenía razón.
Y mientras estás por allí, busca a los monos. No, no los malditos monos de Phrecia. Los que están pintados en las paredes. Puede que te resulten reveladores. — La rebelión de la Pureza |
Sarn está cambiando y también los que vivimos aquí.
Tranquilo, Tolman, no te preocupes. Te amo. Pensaré en algo. — Saludos |
{Exiliado… me has ayudado antes. Puedes hacerlo una vez más, ¿verdad? Mi esperanza me espera en el este, escondida en un santuario en el Atracadero.
El Ankh de Eternidad. Veruso, Prima Imperialus, lo colocó allí él mismo en los albores del Imperio. Si las leyendas son correctas, el Ankh tiene poderes sobre la vida y la muerte… cuando se combina con el ritual Azmeri correcto.
He aprendido el ritual. Todo lo que necesito es el Ankh de la Eternidad y sé que puedo traer de vuelta a Tolman… de forma correcta esta vez.
¿Recuperarías este artefacto para nosotros? Yo lo he intentado pero las criaturas que se encuentran alrededor del santuario… son simplemente demasiado peligrosas.
Sí, sí, Tolman, estoy llegando a eso.
Ya he preparado un lugar para el ritual, allí en el Atracadero. Por favor, reúnete con nosotros ahí junto con el Ankh para que pueda entregarle vida a mi querido amor.}{Exiliada… me has ayudado antes. Puedes hacerlo una vez más, ¿verdad? Mi esperanza me espera en el este, escondida en un santuario en el Atracadero.
El Ankh de Eternidad. Veruso, Prima Imperialus, lo colocó allí él mismo en los albores del Imperio. Si las leyendas son correctas, el Ankh tiene poderes sobre la vida y la muerte… cuando se combina con el ritual Azmeri correcto.
He aprendido el ritual. Todo lo que necesito es el Ankh de la Eternidad y sé que puedo traer de vuelta a Tolman… de forma correcta esta vez.
¿Recuperarías este artefacto para nosotros? Yo lo he intentado pero las criaturas que se encuentran alrededor del santuario… son simplemente demasiado peligrosas.
Sí, sí, Tolman, estoy llegando a eso.
Ya he preparado un lugar para el ritual, allí en el Atracadero. Por favor, reúnete con nosotros ahí junto con el Ankh para que pueda entregarle vida a mi querido amor.} — Reviviendo a Tolman |
{Exiliado… me has ayudado antes. Puedes hacerlo una vez más, ¿verdad? Mi esperanza me espera en el este, escondida en un santuario en el Atracadero.
El Ankh de Eternidad. Veruso, Prima Imperialus, lo colocó allí él mismo en los albores del Imperio. Si las leyendas son correctas, el Ankh tiene poderes sobre la vida y la muerte… cuando se combina con el ritual Azmeri correcto.
He aprendido el ritual. Todo lo que necesito es el Ankh de la Eternidad y sé que puedo traer de vuelta a Tolman… de forma correcta esta vez.
¿Recuperarías este artefacto para nosotros?}{Exiliada… me has ayudado antes. Puedes hacerlo una vez más, ¿verdad? Mi esperanza me espera en el este, escondida en un santuario en el Atracadero.
El Ankh de Eternidad. Veruso, Prima Imperialus, lo colocó allí él mismo en los albores del Imperio. Si las leyendas son correctas, el Ankh tiene poderes sobre la vida y la muerte… cuando se combina con el ritual Azmeri correcto.
He aprendido el ritual. Todo lo que necesito es el Ankh de la Eternidad y sé que puedo traer de vuelta a Tolman… de forma correcta esta vez.
¿Recuperarías este artefacto para nosotros?} — El ankh de la eternidad |
Pobre Tolman… nunca estuvo realmente conmigo, ¿verdad?, Solamente la cáscara del hombre que amé. Donde quiera que se encuentre ahora, espero que esté en paz, y que pueda perdonarme por no haber sido capaz de dejarlo ir.
Toma, llévate algo, al menos por ayudarme. Y gracias por… por todo. — Tolman |
{Me dijiste que Tolman se había ido. ¡Estabas equivocado! Lo he encontrado…
No, Tolman, nunca me di por vencida contigo.
Su alma permanece, moviéndose en el interior.
Oh, Tolman, sé que sientes dolor, pero pronto acabará. Te lo prometo.}{Me dijiste que Tolman se había ido. ¡Estabas equivocada! Lo he encontrado…
No, Tolman, nunca me di por vencida contigo.
Su alma permanece, moviéndose en el interior.
Oh, Tolman, sé que sientes dolor, pero pronto acabará. Te lo prometo.} — Tolman |
A mi manera de entender, el Ankh de la Eternidad era capaz de devolver los muertos a la vida, de alguna manera. No tenía nada que ver con la nigromancia, más bien era una fuente de verdadera resurrección.
Cómo llegó a existir, honestamente no lo sé. Un par de inscripciones que leí se referían al ankh como algún tipo de regalo que recibió Veruso de parte de los Vaal. Pero los Vaal habían desaparecido hacía tiempo en la época de Veruso… ¿no es así?
No importa. A pesar de las divagaciones del origen del Ankh, Veruso usó el Ankh para devolver a su joven esposa desde el lecho de la muerte hacia el lecho de matrimonio. Los testimonios son unánimes acerca de ello.
Si funcionó para el amor de Veruso, también lo hará para el mío. — El ankh de la eternidad |
Sin lugar a duda, Tarcus Veruso era un déspota implacable, un hombre a la altura incluso de alguien como Dóminus. Pero su corazón de piedra contenía un valioso punto débil: su amor por su mujer, Chiara. Así que cuando la pobre joven murió dando a luz al hijo de Veruso, Caspiro, el afligido emperador echó a un lado sus grandes convicciones y colocó su última esperanza en la taumaturgia, en el Ankh de la Eternidad.
Quizás fuera la vergüenza la que causó que Tarcus escondiera el ankh, para robarle tales esperanzas a sus descendientes. Fue él quien le pidió a su pueblo que le diera la espalda a las artes antiguas, así que ¿qué derecho tenía él para disfrutar de aquello que él mismo había prohibido? El amor le dio ese derecho. — Emperador Veruso |
Mi corazón sufre por Grigor. Conozco la batalla que está librando. Es como la mía, una lucha para encontrarle sentido a la vida en una tierra que no le da valor alguno.
No sé a dónde ha ido, pero sé que se está buscando a sí mismo, a su verdadero ser, como todos deberíamos hacer llegado nuestro propio momento. — Grigor |
{¡Dámelo, rápido! Al fin, Tolman, podemos volver a estar juntos como antes.
Bien… comencemos.
El sufrimiento nos asediará, pero el amor prevalecerá.
El dolor nos aprisionará, pero el amor prevalecerá.
La tristeza nos envolverá, pero el amor prevalecerá.
La muerte nos llevará y el amor…
No… esto no está bien. Esto es… oh, Tolman, por favor… perdóname.
¡Exiliado! ¡Ten cuidado!}{¡Dámelo, rápido! Al fin, Tolman, podemos volver a estar juntos como antes.
Bien… comencemos.
El sufrimiento nos asediará, pero el amor prevalecerá.
El dolor nos aprisionará, pero el amor prevalecerá.
La tristeza nos envolverá, pero el amor prevalecerá.
La muerte nos llevará y el amor…
No… esto no está bien. Esto es… oh, Tolman, por favor… perdóname.
¡Exiliada! ¡Ten cuidado!} — El ankh de la eternidad |
¿Cómo he podido ser tan estúpida? Veruso no escondió el ankh por vergüenza. Lo hizo por miedo de que… oh, ¿qué le hizo el ankh realmente a su mujer? Todo lo que he visto, lo que he leído… mentiras para tapar la verdad acerca de lo que realmente le ocurrió a Chiara.
Está bien, destruiré el ankh. Ha pasado mucho tiempo desde los días de Veruso así que creo que seré capaz de arreglármelas donde él penosamente falló. Al menos eso es algo que sé que puedo hacer bien.
Me reuniré contigo en el campamento dentro de poco. Ahora necesito… escucha, te veré ahí. Lo prometo. — Tolman |
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