Tú no eres una cucaracha. Extraño... estoy rodeada de cucarachas. Negras, con cuatro miembros, desagradables y susceptibles criaturas. ¿Tú eres susceptible? Si lo eres, mis Cintas te arrancarán ese carácter.
A Malachai le gustaba el carácter. Le gustaba {mi} carácter. Mi fuerza. Bella, enjoyada y en cantidad. Suficiente para hacer llorar a un imperio.
¿Tú lloras, No-Cucaracha? Yo sí. Las lágrimas son infinitas. ¿Sabes? En este día, he encontrado otra nueva razón para llorar. — Introducción |
Las Cintas son el orden. Limpian y pulen. Sirven y protegen.
Luego esas cucarachas vinieron arrastrándose a través de las grietas. Tomaron el Carrete de Cintas. {Lo robaron}. Los de negro las quieren. A mis Cintas. Quieren envolver la ciudad en Cintas negras.
Encuentra el Carrete, No-Cucaracha. Mira hacia la entrada, donde las Cintas aún aplastan cucarachas. Tráeme el Carrete, y tendré gratitud para ti. — El carrete de cintas |
¿Qué traes ahí No-Cucaracha? ¡Mi Carrete de Cintas! Esos de negro las querían, a mis Cintas. Querían envolver la ciudad con Cintas negras.
Ahora son {mis} Cintas para siempre. Para siempre... odio "siempre". ¡Podría arrancar el "felices por siempre" de las lenguas sangrantes de los bardos!
¿Sigues aquí, No-Cucaracha? Ah claro, gratitud. Debería hacerte un Regalo. Regalo... ¿qué podría regalar? ¿Esto? ¿Es esto de tu agrado? — El carrete de cintas |
Ahora son {mis} Cintas para siempre. Para siempre... odio "siempre". ¡Podría arrancar el "felices por siempre" de las lenguas sangrantes de los bardos!
¿Sigues aquí, No-Cucaracha? Ah, gratitud. Sí, debería hacerte un Regalo. Un Regalo. ¿Qué podría regalar? ¿Esto? ¿Es esto de tu agrado? — El carrete de cintas |
Las cucarachas seguirán viniendo. Quieren la Distorsión. Ese emperador cucaracha... los otros insectos gritan su nombre. {Gravicius}. Cruza el río, aplasta al emperador cucaracha en su nido.
¿El puente? ¿Está bloqueado? Eso engendra una pregunta interesante. Preguntas, preguntas... yo hacía muchas preguntas. Chitus me dijo eso. Pregunté a dónde se había ido todo. Nuestra... suciedad. Hizo que me mostraran. Bajo el río, las alcantarillas desde un lado al otro. Túneles sucios y fétidos, como las cloacas de un rhoa.
Un lugar negro, lleno de Imperecederos. Una vez fueron hermosos y arrogantes Gemitas, ahora son las repugnantes sobras del imperio. Apropiado, ¿verdad? Sí, sí, sí. — Las alcantarillas |
Me agradas, No-Cucaracha. Me agrada que escuches. Me irritaría que los Imperecederos te mataran.
Sulfito Taumético. Eso es lo que necesitas. Una muy repugnante sustancia en verdad. Malachai hizo que sus esclavos lo minen y lo lleven de las montañas del norte a la refinería junto a las dársenas. Ezomitas, Maraketh, Karui... los mató a todos. Hervía la sangre y quemaba la mente.
Pero tú eres inteligente, No-Cucaracha. Lo mantendrás a una distancia prudencial. Me lo traerás para que pueda hacer algo para ti; un Talco Infernal que llevará furiosa luz a la oscuridad Imperecedera. — Sulfito taumético |
{¿Tienes Sulfito Taumético? Eres un No-Bicho ingenioso, ¿verdad? Dámelo. Era toda ojos y oídos cuando Malachai trabajaba. Sé exactamente qué hacer.}{¿Tienes Sulfito Taumético? Eres una No-Bicho ingeniosa, ¿verdad? Dámelo. Era toda ojos y oídos cuando Malachai trabajaba. Sé exactamente qué hacer.} — Sulfito taumético |
{Me agradas, No-Cucaracha. Me agrada que escuches. Me irritaría que los Imperecederos te mataran.
Sulfito Taumético. Eso es lo que necesitas.
¿Ya tienes un poco? Eres un No-Bicho ingenioso, ¿verdad? Dámelo. Era toda ojos y oídos cuando Malachai trabajaba. Haré algo con el Sulfito Taumético. Crearé un Talco Infernal que llevará furiosa luz a la oscuridad Imperecedera.}{Me agradas, No-Cucaracha. Me agrada que escuches. Me irritaría que los Imperecederos te mataran.
Sulfito Taumético. Eso es lo que necesitas.
¿Ya tienes un poco? Eres una No-Bicho ingeniosa, ¿verdad? Dámelo. Era toda ojos y oídos cuando Malachai trabajaba. Haré algo con el Sulfito Taumético. Crearé un Talco Infernal que llevará furiosa luz a la oscuridad Imperecedera."} — Sulfito taumético |
Un poco de arcanismo, una pizca de locura, un susurro de blasfemias, y el Talco Infernal ya está listo. — Talco infernal |
Es el polvo más explosivo que existe. Una gotita, un poquito de polvo del Talco Infernal provocará una rabia volcánica en las gemas. Para los Imperecederos, parecerá que el sol mismo arde en su carne.
Arderán por sus pecados, No-Cucaracha. ¡Arderán! — Talco infernal |
Amaba a Malachai. Me dio gemas, joyas divinas para su Reina Gemita. Para su Reina {muerta}. ¡Pero yo no quería morir! Malachai me rogó: por él, por el Imperio. Me elegí a mí misma... egoísta. El Imperio murió, y yo vivo. Vivo, vivo, vivo y vivo. — Malachai |
Fui la favorita del emperador por un tiempo. Pero Chitus tenía muchos favoritos. Llenó el Cetro de Dios con sus favoritos. De vez en cuando, ponía un poco de orden. Aquellos que lo complacían eran entregados a sus señores y generales. Aquellos que no... eran entregados a sus taumaturgos.
Yo hablaba demasiado. Hacía demasiadas preguntas. Fui un regalo para Malachai. Mi pobre, querido Malachai. — Chitus |
Gravicius la cucaracha ya no existe. Otro emperador aplastado bajo los pies. Eso es lo que ocurre con los emperadores. Lo que siempre ocurre. Nunca aprenden. — General Gravicius |
{¡Eres particularmente increíble, No-Cucaracha! Mírate, prácticamente exudas una naturaleza legendaria. Es fácilmente la cosa más maravillosa que he visto en mucho, mucho tiempo. No que haya visto demasiado además de a los habitantes de este templo, esta cómoda tumba... pero creo que has probado que eres digno. Digno del logro supremo de Malachai: el Laboratorio Eterno.
Eres sabio y osado en {este} mundo, No-Cucaracha. Permítele al Laboratorio Eterno que te devuelva el regalo de la terrorífica inocencia.}{¡Eres particularmente increíble, No-Cucaracha! Mírate, prácticamente exudas una naturaleza legendaria. Es fácilmente la cosa más maravillosa que he visto en mucho, mucho tiempo. No que haya visto demasiado además de a los habitantes de este templo, esta cómoda tumba... pero creo que has probado que eres digna. Digna del logro supremo de Malachai: el Laboratorio Eterno.
Eres sabia y osada en {este} mundo, No-Cucaracha. Permítele al Laboratorio Eterno que te devuelva el regalo de la terrorífica inocencia.} — DiallaMaps |
¿Es Sulfito Taumético lo que llevas ahí, No-Cucaracha? Ten cuidado con eso. Es una sustancia altamente cáustica. No quisiera ver cómo se derrite tu rostro en tu cráneo. — Sulfito taumético |
Has montado a la cima del Imperio, No-Cucaracha. Has aplastado al emperador insecto y erradicado sus sueños parasitarios de la piel de Wraeclast.
Dóminus te exilió, desnudo y solo, hacia la palma de la Muerte. Pero no te dignaste a morir, ¿cierto?
No, no... acunaste a la Muerte, le prometiste un mundo, la volviste tu cortesana y la compartiste con todos tus fugaces amigos aquí en Wraeclast.
Nunca olvidaste lo que eras. No una cucaracha que se alimenta del cadáver de un imperio muerto, como las pestes que aplastaste en tu camino.
Un hombre. El tipo de hombre que plantó la semilla de este Imperio aquí en Sarn, hace no mucho tiempo.
La titubeante y retorcida vida a la que se aferra esta tierra, te la debe a ti, Sombra. — Dóminus |
Has montado a la cima del Imperio, No-Cucaracha. Has aplastado al emperador insecto y erradicado sus sueños parasitarios de la piel de Wraeclast.
Dóminus te exilió, desnuda y sola, hacia la palma de la Muerte. Pero no te dignaste a morir, ¿cierto?
No, no... acunaste a la Muerte, le prometiste un mundo, la volviste tu consorte y la compartiste con todos tus fugaces amigos aquí en Wraeclast.
Nunca olvidaste lo que eras. No una cucaracha que se alimenta del cadáver de un imperio muerto, como las pestes que aplastaste en tu camino.
Una mujer. El tipo de mujer que plantó la semilla de este Imperio aquí en Sarn, hace no mucho tiempo.
La titubeante y retorcida vida a la que se aferra esta tierra, te la debe a ti, Bruja. — Dóminus |
Has montado a la cima del Imperio, No-Cucaracha. Has aplastado al emperador insecto y erradicado sus sueños parasitarios de la piel de Wraeclast.
Dóminus te exilió, desnudo y solo, hacia la palma de la Muerte. Pero no te dignaste a morir, ¿cierto?
No, no... acunaste a la Muerte, le prometiste un mundo, la volviste tu discípulo y la compartiste con todos tus fugaces amigos aquí en Wraeclast.
Nunca olvidaste lo que eras. No una cucaracha que se alimenta del cadáver de un imperio muerto, como las pestes que aplastaste en tu camino.
Un hombre. El tipo de hombre que plantó la semilla de este Imperio aquí en Sarn, hace no mucho tiempo.
La titubeante y retorcida vida a la que se aferra esta tierra, te la debe a ti, Templario. — Dóminus |
Has montado a la cima del Imperio, No-Cucaracha. Has aplastado al emperador insecto y erradicado sus sueños parasitarios de la piel de Wraeclast.
Dóminus te exilió, desnudo y solo, hacia la palma de la Muerte. Pero no te dignaste a morir, ¿cierto?
No, no... acunaste a la Muerte, le prometiste un mundo, la volviste tu conquista y la compartiste con todos tus fugaces amigos aquí en Wraeclast.
Nunca olvidaste lo que eras. No una cucaracha que se alimenta del cadáver de un imperio muerto, como las pestes que aplastaste en tu camino.
Un hombre. El tipo de hombre que plantó la semilla de este Imperio aquí en Sarn, hace no mucho tiempo.
La titubeante y retorcida vida a la que se aferra esta tierra, te la debe a ti, Duelista. — Dóminus |
Has montado a la cima del Imperio, No-Cucaracha. Has aplastado al emperador insecto y erradicado sus sueños parasitarios de la piel de Wraeclast.
Dóminus te exilió, desnuda y sola, hacia la palma de la Muerte. Pero no te dignaste a morir, ¿cierto?
No, no... acunaste a la Muerte, le prometiste un mundo, la volviste tu cariñosa mascota y la compartiste con todos tus fugaces amigos aquí en Wraeclast.
Nunca olvidaste lo que eras. No una cucaracha que se alimenta del cadáver de un imperio muerto, como las pestes que aplastaste en tu camino.
Una mujer. El tipo de mujer que plantó la semilla de este Imperio aquí en Sarn, hace no mucho tiempo.
La titubeante y retorcida vida a la que se aferra esta tierra, te la debe a ti, Cazadora. — Dóminus |
Has montado a la cima del Imperio, No-Cucaracha. Has aplastado al emperador insecto y erradicado sus sueños parasitarios de la piel de Wraeclast.
Dóminus te exilió, desnudo y solo, hacia la palma de la Muerte. Pero no te dignaste a morir, ¿cierto?
No, no... acunaste a la Muerte, le prometiste un mundo, la volviste tu conquista y la compartiste con todos tus fugaces amigos aquí en Wraeclast.
Nunca olvidaste lo que eras. No una cucaracha que se alimenta del cadáver de un imperio muerto, como las pestes que aplastaste en tu camino.
Un hombre. El tipo de hombre que plantó la semilla de este Imperio aquí en Sarn, hace no mucho tiempo.
La titubeante y retorcida vida a la que se aferra esta tierra, te la debe a ti, Merodeador. — Dóminus |
Has montado a la cima del Imperio, No-Cucaracha. Has aplastado al emperador insecto y erradicado sus sueños parasitarios de la piel de Wraeclast.
Dóminus te exilió, desnuda y sola, hacia la palma de la Muerte. Pero no te dignaste a morir, ¿cierto?
No, no... acunaste a la Muerte, le prometiste un mundo, la volviste tu consorte y la compartiste con todos tus fugaces amigos aquí en Wraeclast.
Nunca olvidaste lo que eras. No una cucaracha que se alimenta del cadáver de un imperio muerto, como las pestes que aplastaste en tu camino.
Una mujer. El tipo de mujer que plantó la semilla de este Imperio aquí en Sarn, hace no mucho tiempo.
La titubeante y retorcida vida a la que se aferra esta tierra, te la debe a ti, Heredera. — Dóminus |
Por supuesto que habrá más. Lo sabes, ¿verdad? Emperadores. Pequeñas y avariciosas pestes que luchan para robar el legado de sus superiores. A menos que quememos ese legado y cautericemos la infección de la carne de la existencia.
Ve al norte, mi adorable No-Bicho. Ve a Atalaya, al comienzo del fin.
Zambúllete de cabeza hacia el mar de pesadillas. Atrapa y asa un lindo y gran pez, solo para ti. — Atalaya |
El momento ha llegado, No-Cucaracha, de que nos arrastremos a las entrañas de esta Pesadilla, atravesemos su interior ¡y arranquemos su corrupto corazón!
Oyun nos ayudará. Ve ahora. Entra en confianza con la matriarca Maraketh. Aprende lo que sea necesario aprender, y rápido.
Hay una sucia oscuridad allí abajo en esa montaña, y apesta a impaciencia por conocerte. — Oyun |
El Rapto es nuestra esperanza. Nuestra desesperación. Hará hervir a la Pesadilla, para cocinar a ese lindo y gran pescadito en su propia y lastimosa sal.
Escucha con todos tus oídos, No-Cucaracha. El Rapto fue una de las creaciones más maravillosas de Malachai, el único fuego lo suficientemente caliente para incinerar a la Bestia y borrarla de la existencia.
¿Su combustible? Una reina gemita, de sangre, carne y gemas. Y sin embargo mi egoísta ser no quiso quemarse, y por ende el fuego fue solo una pequeña chispa. La chispa de un cataclismo.
Lo siento, mi amor, mi Malachai.
Ve hacia él, No-Cucaracha. Encuentra el Rapto. Ayúdame a acabar con mi culpa. — Malachai |
¿Sabes, No-Cucaracha? Si hubiese aceptado mi lugar, mi lugar en el rapto, la Bestia no sería ni más ni menos, no existiría. Mi egoísmo le hizo cosquillas a la imaginación de la Bestia, que se llevó el mundo que conocí entre sus carcajadas.
Sin embargo, he tenido mucho tiempo para pensar durante mi soledad. Mucho tiempo para hacerme preguntas. Me pregunto si el Rapto realmente necesita alimentarse de una Reina Gemita.
Quizá algo más pueda hacerla babear sus catastróficos jugos. Algo como... ¡sopa de ojos!
El Ojo de la Furia. El Ojo del Deseo. Bellas gemas para nuestros bellos diseños. Pero, ¿dónde pueden estar? No te preocupes, tengo algunas suposiciones.
Kaom, el Soberano de la Matanza. Aún perdura y sufre sus delirios aquí en las salas de la pesadilla. La furia es todo lo que Kaom conoce, así que Furia es lo que debe tener.
Daresso, Rey de Espadas. Condenado por el Deseo. ¿Aunque no lo estamos todos? Está aquí abajo también, y la maldición del Deseo sigue en sus manos.
Ve, No-Cucaracha. Tráeme las joyas de la corona para que podamos despertar el Rapto y ¡finalmente poder acabar con esta fastidiosa Bestia! — El rapto |
Separaste la Furia de la mano muerta de Kaom, ¿verdad? ¿O sería su mano "muerta de nuevo"? ¿O "re-muerta"? ¿O "no-muerta" es en verdad muerta con beneficios?
En cualquier caso, no mataste a Kaom porque ya estaba muerto. Es un área un poco gris realmente. Y tampoco viene al caso en absoluto. — El ojo de la furia |
Nos sigue haciendo falta una gema. Ve, No-Cucaracha, y libera a Kaom de su Furia. — El ojo de la furia |
Separaste el Deseo de la mano muerta de Daresso, ¿verdad? ¿O sería su mano "muerta de nuevo"? ¿O "re-muerta"? ¿O "no-muerta" es en verdad muerta con beneficios?
En cualquier caso, no mataste a Daresso porque ya estaba muerto. Es un área un poco gris realmente. Y tampoco viene al caso en absoluto. — El ojo del deseo |
Nos sigue haciendo falta una gema. Ve, No-Cucaracha, y libera a Daresso de su Deseo. — El ojo del deseo |
La Furia y el Deseo, juntos de nuevo. Adorable y más adorable. Las facetas tan brillantes, repletas de la vitalidad de las almas asesinadas.
Mi Malachai las fabricó. Hermoso trabajo. El General Adus se encargó de los asesinatos. Otro hermoso trabajo, en su propio y excitante modo. — El rapto |
El tiempo no espera, ¡mi pequeño Rapto!
{—¿Alguna vez había venido al Fin del Mundo, mi Rey? —preguntó el Mono Más Negro de Todos.
El Rey Mono se dio cuenta que no: —No, nunca.
—Ahí está mi razón para ir a donde vaya, y estar donde esté, mi Rey —concluyó el Mono Más Negro de Todos en una voz tan cálida y acogedora como la muerte.}
¿Sabes quién escribió eso, No-Cucaracha? Victario Nevalius, el Poeta del Pueblo de Sarn. Era mi amigo... y yo lo traicioné. Tomé a su amor y la quemé frente a sus ojos.
Ahora yo soy la traicionada. Mi corazón fue incinerado por completo por el único hombre que amé... Malachai.
Él ha encontrado un nuevo corazón, ¿sabes? Un corazón de Bestia con el cual acurrucarse, que lo mantiene cálido y a salvo en el Fin del Mundo.
Hoy, le recuerdo su traición a Malachai. Hoy, es su turno de arder... — El rapto |
Los artefactos de Malachai, sus creaciones... las amaba a todas. No a mí.
Me traicionó en ese entonces. Dijo que me amaba. Luego dijo que quería que muriera. Me traiciona ahora. Deja que sufra. Deja que me marchite.
¿Soy el único error que has cometido, Malachai?
Sí, soy yo. Dialla la Reina Gemita. El delito menor de Malachai.
Haz que se arrepienta de su error, No-Cucaracha. Desgarra el corazón negro de la Bestia. Arranca a Malachai de su pequeña y sucia pesadilla. ¡Córtalo, aplástalo, erradícalo de la existencia!
No merece nada mejor, y yo no merezco nada peor. Nada de amor para mí. Nada de amor, nada de amor... nada de amor. — El rapto |
Impacientes pestilencias. Su olor me llega desde las montañas. Eso es todo lo que puedo oler, No-Cucaracha. Apestosa anticipación. — El estandarte de Deshret |
Voll el Puro, lo llamaban. Voll el Asesino, es como lo llamo yo. En su nombre fue asesinado un Emperador. En su nombre fue asesinado un Imperio.
Sí, los labios de Malachai fueron los que me besaron. Sí, fue la mano de Malachai la que me guio hasta el Rapto. No, no y no de nuevo. Fueron las palabras de Voll las que me situaron allí. — Voll |
El Rapto debía hacer una apertura en la piel de la Pesadilla y asar a las entrañas amargas de la Bestia en el dulce fuego de la mortalidad.
El contenedor era fuerte y ay, tan voluntarioso.
La medicina era ay, tan débil. — El artefacto de Rapto |
Tenía un hacha vieja en lugar de cerebro. Kaom arrancó a los Eternos de sus hogares a lo largo de toda la costa sur.
Como ovejas los masacró, sin importar qué tan desesperadamente balaran. Adornó sus puertas con las cabezas de mujeres y niños.
¿Qué hace a un héroe o a un villano? Depende a quién le preguntes. — Kaom |
El Rey de Espadas. Antes de mi tiempo. Más allá de mi tiempo. ¿Dónde está el tiempo, por cierto, cuando lo necesitas? Nunca se queda quieto, ¡ese es el problema!
Excepto si eres Daresso. Está petrificado por el amor. Un amor que no se da cuenta que ha desaparecido hace mucho... mucho tiempo. — Daresso |
¿Qué es eso que veo en tus ojos? Ese brillo, esa... suavidad. ¿Es lástima?
¡Retira esos ojos llenos de lástima antes de que te los arranque de sus cuencas!
Solo necesito una cosa de ti ahora: a Malachai... muerto. — Dialla |
¿Qué es eso que veo en tus ojos? Ese brillo, esa... suavidad. ¿Es lástima?
¡Retira esos ojos llenos de lástima antes de que te los arranque de sus cuencas! — Dialla |
¿La pequeña bruja cucaracha? Malachai la eligió... ¡¿antes que a mí?!
Úsala entonces. Úsala como la usa Malachai. Quema traición con traición. ¡Es lo único que merecen! — Piedad |
Sí, veo a mi Malachai bailar dentro de la más grande oscuridad. Títere y Maestro, poder y vínculo; corta los hilos y el títere cae. El espectáculo termina.
Antes de que cortes los hilos, mi No-Cucaracha, dile a mi queridísimo Malachai que ha interpretado su papel en forma maravillosa.
Dile que lo amo, desde lo más profundo de mi odio. — Malachai |
Toma esto. Todo el resto ya se lo he dado a él. Mi juventud y mi belleza. Mi cuerpo y mi mente. Mi corazón. Y al final, lo único que él me dio a cambio fue... mi poder gemita.
Es todo lo que me queda. Te lo confío, No-Cucaracha.
Malachai me enseñó a no confiar en nadie.
Es tiempo de olvidar todo lo que Malachai me enseñó. — El artefacto de Rapto |
Una sombra regresa desde la oscuridad. Una sombra que apesta a venganza realizada. Una sombra empapada en el Fin del Mundo. La sombra más negra.
Mi Malachai está muerto. Lo supe, lo sentí, en el mismo momento en el que diste tu golpe de gracia. Soy, o era... la Reina Gemita, y ahora mi Rey está muerto. — Malachai |
La niñita caminó hacia la oscura, oscura cueva. La niñita encontró a una oscura, oscura Bestia. La niñita se comió su oscuro, oscuro corazón.
Mi Malachai está muerto. Lo supe, lo sentí, en el mismo momento en el que diste tu golpe de gracia. Soy, o era... la Reina Gemita, y ahora mi Rey está muerto. — Malachai |
"Los justos heredarán". Voll dijo eso, en un sermón a la luz de las velas en las vísperas del cataclismo. La única cosa inteligente que ese idiota dijo jamás. El único momento en que Dios estuvo realmente de acuerdo con él.
Mi Malachai está muerto. Lo supe, lo sentí, en el mismo momento en el que diste tu golpe de gracia. Soy, o era... la Reina Gemita, y ahora mi Rey está muerto. — Malachai |
A lo largo del largo y retorcido hilo que es mi vida, solo he conocido a otro hombre como tú. Chitus. Un hombre que entendía lo que se necesitaba para entregarse completamente a la Gloria.
Y sin embargo, tú y él son diferentes en una pequeña, ínfima parte. Chitus murió en forma gloriosa. Tú no.
Y ahora mi Malachai está muerto. Lo supe, lo sentí, en el mismo momento en el que diste tu golpe de gracia. Soy, o era... la Reina Gemita, y ahora mi Rey está muerto. — Malachai |
Malachai me dijo una vez que aquellos que cazan en busca de amor nunca lo encontrarán, y que aquellos que aceptan que son presa del amor seguro serán encontrados... y devorados.
Por supuesto, él nunca te había conocido, hasta ahora.
Mi Malachai está muerto. Lo supe, lo sentí, en el mismo momento en el que diste tu golpe de gracia. Soy, o era... la Reina Gemita, y ahora mi Rey está muerto. — Malachai |
Has peleado en una larga guerra. Una guerra para acabar con un mundo, y comenzar uno nuevo. Y has aprendido lo más importante sobre la guerra.
No hay victoria. Solo supervivencia.
Mi Malachai está muerto. Lo supe, lo sentí, en el mismo momento en el que diste tu golpe de gracia. Soy, o era... la Reina Gemita, y ahora mi Rey está muerto. — Malachai |
Se decía que Malachai era la mente más grande de nuestra era. Nuestra era ha terminado. Esta nueva era te pertenece. También se dice que "las grandes mentes piensan igual". Esperemos que no sea así.
Así que mi Malachai está muerto? Sí... lo supe, lo sentí, en el mismo momento en el que diste tu golpe de gracia. Soy, o era... la Reina Gemita, y ahora mi Rey está muerto. — Malachai |
Soñamos solo los más grandes sueños, Malachai y yo. Un verdadero imperio eterno. Vida eterna, amor eterno. Un futuro que no le temería al pasado.
Mentiras eternas, pérdida eterna, esos fueron nuestros verdaderos regalos para Wraeclast. Esta tierra no podría haber pedido un Rey y una Reina peores.
Wraeclast deja atrás su pasado ahora. El pasado de Malachai. Mi pasado. Te agradece, No-Cucaracha. Te ama.
Desearía, desearía, desearía... poder hacer lo mismo. — Wraeclast |
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