Lore
- The War for the Atlas
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Estos mundos han cambiado, no son como recordaba. Se han vuelto más oscuros, más retorcidos, de un modo que traiciona a sus orígenes.
Ya no creo que estos reinos sean cosa del azar, en lugar de eso, creo que han sido formulados por una mente consciente... un diseñador o un arquitecto. Cada sombra de este lugar se desliza con un propósito imprevisto.
Lo que sea que se encuentre ahí afuera creando estos mundos me preocupa. Debemos encontrar la fuente de la oscuridad y ponerle un fin antes de que algo se filtre a nuestra realidad. - Zana Caeserius and the Map Device
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Todo está borroso... Mi padre era el jefe Arkhon para el Alto Templario Venarius, un hombre cruel y pernicioso. Venarius deseaba tener al mundo como rehén con sus reliquias místicas de las ruinas de Wraeclast; creía que podían adorarlo aún más dado su estatus.
Forzó a mi padre a experimentar en el artefacto de mapas para él, pues tenía la esperanza de que encontrara algún tipo de arma. No necesito decirte que mi padre encontró algo más que interesante. Y en lugar de entregarlo, se aseguró de que su poder no pudiera ser mal utilizado, una garantía que a él le costó su libertad y a mí... mi niñez. -
Mi madre murió poco después de que nací, y mi padre desapareció solo unos pocos años más tarde. Al quedar huérfana, tomaron todos los bienes de mi familia y me enviaron a hogares sustitutos acaudalados como sirvienta no remunerada.
Pero los niños son curiosos, e incluso para esos estándares, yo era extremadamente curiosa. Crecí leyendo todo lo que podía encontrar, y cuestionando todo lo que trataban de enseñarme. Supongo que era demasiado inteligente para mi propio bien, y eventualmente comencé a atraer la atención de los Templarios.
Por suerte para mí, Dóminus era mucho más sutil, y pude abandonar Oriath casi en mis propios términos, antes de mi inminente exilio. -
Regresé a Oriath en una de las primeras flotas de sobrevivientes, emocionada por tener la oportunidad, finalmente, de darle utilidad a mis conocimientos. Durante los esfuerzos de reconstrucción, nos encontramos un artefacto dorado; un artefacto que, como descubrí más tarde, pertenecía a mí padre.
Esperaba que pudiera ser útil en los esfuerzos para repoblar, pero cuando descubrimos al Antiguo, se hizo evidente que lo que yacía más allá de los portales del artefacto tenía más probabilidades de hacer daño que de ayudar. Secretamente, reuní un equipo que constaba de exiliados que ya habían probado su habilidad de combate en Wraeclast, y me puse en marcha para sellar al Antiguo. Tuvimos éxito. El alivio que sentí... es imposible de explicar. Pero...
El Atlas es un lugar peligroso. Ataca tanto al cuerpo como a la mente. Hace que Wraeclast parezca amigable. A mi equipo, mis amigos, el viaje los afectó profundamente. La tentación del poder finalmente acabó por hacer que perdieran sus lazos con la realidad.
Era solo cuestión de tiempo para que terminara uniéndome a ellos. -
Este artefacto de mapas es un milagro tanto de la ingeniería como de la taumaturgia. Es realmente asombroso.
Dadas las coordenadas correctas de un mapa, este artefacto puede llevarte a lugares que... bueno, honestamente, creo que es más fácil si ves por ti mismo de lo que es capaz. Lo que está más allá es peligroso, pero tú también lo eres.
Sin embargo, incluso el asesino de dioses puede no ser lo suficientemente peligroso.
Toma un Mapa y úsalo en este artefacto. Te esperaré en el otro lado. -
¿Cómo le va a tu mente? ¿Sigue intacta? Bien, en ese caso hay algo que necesito mostrarte. He pasado algún tiempo explorando los mapas, y a pesar de su aparente aleatoriedad, hay hilos que los conectan. Hilos que deberíamos seguir.
Cuanto más comprendamos estas conexiones, más nos podrá ofrecer cada uno de estos mapas y más nos acercaremos a descubrir qué los está retorciendo.
Este es el Atlas de Mundos, y podemos usarlo para rastrear estas conexiones; podemos usarlo para trazar un recorrido. -
Comencé a explorar el Atlas para acercarme a mi padre, de quien estaba distanciada. No tenía ni idea de lo cercanos que nos volveríamos, aunque ya no quedaba mucho en su mente en ese entonces…
En retrospectiva, creo que fui demasiado optimista sobre lo que el Atlas podía significar para... bueno, para todos. Imagina mundos infinitos, recursos infinitos, espacio infinito para vivir.
Pero ahora entiendo que esto tenía un costo inconmensurable. Habitar aquí es volverte vulnerable a una locura atroz. Es ineludible y artera. Busca tus más grandes deseos y te ofrece un vistazo de cómo podría ser, y esa tentación... Fue todo lo que pude hacer para evitar seguir los pasos de mis amigos...
El trabajo que hacemos es importante, pero también es arriesgado. Por favor, si comienzas a sentir que tu cordura se esfuma, debes decírmelo. - Recruting Exiles
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Regresé a Oriath en una de las primeras flotas de sobrevivientes, emocionada por tener la oportunidad, finalmente, de darle utilidad a mis conocimientos. Durante los esfuerzos de reconstrucción, nos encontramos un artefacto dorado; un artefacto que, como descubrí más tarde, pertenecía a mí padre.
Esperaba que pudiera ser útil en los esfuerzos para repoblar, pero cuando descubrimos al Antiguo, se hizo evidente que lo que yacía más allá de los portales del artefacto tenía más probabilidades de hacer daño que de ayudar. Secretamente, reuní un equipo que constaba de exiliados que ya habían probado su habilidad de combate en Wraeclast, y me puse en marcha para sellar al Antiguo. Tuvimos éxito. El alivio que sentí... es imposible de explicar. Pero...
El Atlas es un lugar peligroso. Ataca tanto al cuerpo como a la mente. Hace que Wraeclast parezca amigable. A mi equipo, mis amigos, el viaje los afectó profundamente. La tentación del poder finalmente acabó por hacer que perdieran sus lazos con la realidad.
Era solo cuestión de tiempo para que terminara uniéndome a ellos. -
Baran: La oración es el núcleo de su régimen. Todas las otras habilidades son flexibles, incluyendo comer y dormir, pero el horario de oración no cambia. Tiene malas rodillas.
Veritania: Insiste en leer todas las noches. No estoy seguro de dónde sacó los libros. Tampoco me importa.
Habla mientras duerme. Pero solo sonidos, ninguna palabra entendible.
Zana: Oculta algo importante. Todavía no puedo asegurar qué. Probablemente se relaciona con lo que le pasó al grupo anterior. Nos vigila.
Drox: Ruidoso. Hace pruebas con armas en medio de la noche. A veces lo escucho patrullar el campamento temprano en la mañana. Debe dormir, pero no sé cuándo. -
El viejo: Zana lo conoce. ¿Abuelo? ¿Mentor? Como sea, no parece reconocerla. Impresionantes poderes. Debemos tener cuidado a su alrededor.
Demonio: Malo, malo, malo. No se distinguen motivos. No se distinguen debilidades. Completamente silencioso. Ser muy, muy cuidadoso a su alrededor. Probablemente es mejor solo correr.
Sirus: Callado, pero cuando habla, lo hace con autoridad. ¿Le gusta Zana? Definitivamente ahí hay algo.
Al-Hezmin: El mejor cazador del mundo. -
No… ¿Sirus sigue vivo? Dioses, ¡creía que estaba muerto! Fue golpeado por la energía que se liberó cuando sellamos al Antiguo. ¿Cómo pudo sobrevivir?
Sirus era el líder del grupo de exiliados que recluté. Era brillante y determinado, y tenía una fuerza considerable aún antes de viajar juntos a través del atlas. Nos... volvimos cercanos. Cuando se desvaneció con el Antiguo estuve muy angustiada. Primero pensé que los otros exiliados estaban buscándolo al igual que yo, pero quizá ellos sabían que estaba vivo...
Tengo un presentimiento horrible que dice que Sirus puede estar unido a la locura de los demás. O quizás está tan loco como ellos. Debemos encontrarlo y detenerlo, pues si los demás están buscando formas de salir, seguramente él también. -
Hablaré sin rodeos, Asesino de dioses. Tengo un problema, y puede que seas el único que puede ayudarme.
Mi hermano menor, Baran, se enamoró de una extremista llamada Zana Caeserius hace algunos años. Ella es algo famosa en algunos lugares. Muchos de los que han trabajado con ella han terminado en bancos de iglesia, quejándose y despotricando en alguna esquina de la ciudad o acosando a algún ciudadano cualquiera... así que verás la causa de mi preocupación. Tengo razones para creer que estaba trabajando en un laboratorio templario cerca de la Plaza. Vamos ahí ahora. - Pursuing the Shaper
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La criatura a la que te enfrentaste en los mapas estaba... modificando y creando cosas. Quizá sea el arquitecto que buscamos.
Había algo extraño en él, exiliado, algo que no termino de comprender. Quizá... no. Este "Creador" puede tener las respuestas.
Continúa explorando, rastrea a este hombre misterioso una vez más e interrógalo, para que podamos entender la función de estos mundos. -
El viejo: Zana lo conoce. ¿Abuelo? ¿Mentor? Como sea, no parece reconocerla. Impresionantes poderes. Debemos tener cuidado a su alrededor.
Demonio: Malo, malo, malo. No se distinguen motivos. No se distinguen debilidades. Completamente silencioso. Ser muy, muy cuidadoso a su alrededor. Probablemente es mejor solo correr.
Sirus: Callado, pero cuando habla, lo hace con autoridad. ¿Le gusta Zana? Definitivamente ahí hay algo.
Al-Hezmin: El mejor cazador del mundo. -
Mi queridísima Zana.
¿Dónde estás ahora? Espero, como suele hacer un padre, que estés feliz y escondida en el más seguro de los lugares. Espero que crezcas amable y fuerte, que ames y seas amada. Saber que no te volveré a ver es el arrepentimiento más grande de mi vida, pero debo hacer lo que pueda para protegerte de la maldad de esta oscuridad exterior.
He fallado contra el Antiguo. Honestamente, nunca tuve oportunidad. La criatura era demasiado fuerte, demasiado hábil para modificar. Si Venarius no hubiera dañado el arma que construí, aquel día en que me arrestó en mi estudio, entonces quizá podría haber abierto algún vacío, y haberlo forzado fuera de su coraza física y fuera de esta realidad. Pero ya no poseo un artefacto así y el Antiguo se ha alimentado de mi mente tantas veces, que temo que no seré capaz de reconstruirlo aunque tratara.
Mi guerra contra la criatura, sin embargo, está lejos de terminar. No tengo la ventaja. Pero como un animal acorralado, atacaré hasta morir. He intentado dormir para despertar en Oriath muchas veces. Tuve la esperanza de que una noche podría tenerte en mis brazos una vez más. Pero en lugar de soñar con mi estudio, no sueño con nada.
Sé que es posible que esta carta nunca te llegue, pero de todos modos la escribo, si no es por tu bien, al menos por el bien de mi frágil mente. Te amo, mi querida hija, y deseo lo mejor para ti, muy lejos de todo esta... oscuridad cósmica. Estoy orgulloso de ti, y cada día que he podido llamarte mi hija es para mí una bendición...
Debo seguir moviéndome. Debo seguir luchando. Quizá algún día, si los dioses lo permiten, nos veremos nuevamente. Te amo con el corazón.
Tu papá, Valdo CaeseriusLibro de memorias, "Página 16"
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No he sido completamente honesta. Sospechaba que mi padre estaba involucrado en todo esto, y ahora este fragmento de memoria prueba su participación en formas que no había anticipado. Lamento haberte mentido. Me preocupaba que al saber la verdad, no me acompañaras hacia esta pesadilla...
Empecemos de nuevo. Necesito tu ayuda. Mi memoria está borrosa, pero te diré todo lo que pueda recordar. Cuando era una niña, mi padre y yo fuimos... separados. Él se perdió en un reino sobrenatural cuando se cerró el Atlas, y los hombres que le temían, lo desarmaron. Pasé toda mi vida tratando de encontrar las piezas para reparar su máquina. Hace unos años, lo logré. Pero ahora que lo he encontrado, algo no está bien. Mi padre era un hombre bondadoso y moderado. Una buena persona y un ser humano amoroso. ¡No se parecía en nada a esa cosa a la que te enfrentaste!
Por favor, ten esto. Lo encontré mientras exploraba. Con suerte suavizará las cosas... y si sigues ayudándome, prometo que encontraré la forma de que merezca la pena. - Investigating the Elder
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Parece que mi padre se encontró a este "Antiguo" tiempo antes de su encierro en su guarida. Muchos de sus diarios recientes hacen referencia a la criatura y a lo que aprendió a su alrededor. No había mucho, solo mitos de segunda mano de los diarios de investigación de los Vigilantes del Decaimiento.
Un solo concepto aparecía una y otra vez: que este Antiguo no es un señor en sí mismo. Sirve a alguna clase de maestro superior o... algún propósito mayor... no estoy segura. Es confuso. Tanto mi padre como los Vigilantes se refieren al Antiguo como proveniente de "la nada" y al mismo tiempo como "portador de la nada". También hay menciones de un deseo profano de pudrir y echar a perder... quizás se relaciona de algún modo a esos crecimientos fúngicos que vemos aparecer en estos mapas... -
Esta... cosa, aparentemente se ha estado alimentando de las memorias de mi padre. Si se sacia, lo convertirá en una cáscara vacía... Un espectro y nada más. A menos que... Si podemos encontrar más de estos fragmentos de memoria, entonces quizá podamos restaurar su mente y liberarlo de esta pesadilla.
Esta otra criatura, sin embargo, complica las cosas. Es desconocida, y sin embargo me parece familiar, como una mal sueño que había olvidado. Todo lo que puedo recordar es un sentimiento de terror malévolo...
Debemos detenerlo, sea lo que sea. Parece estar sangrando su decaimiento a las áreas circundantes. Si ese voraz... moho que crece desde su sombra encuentra el modo de llegar a Oriath o Wraeclast... No podemos dejar que suceda. -
He investigado más sobre el Antiguo y su batalla contra los Vigilantes del Decaimiento. Es realmente mortificante todo lo que han soportado en manos de esa criatura.
Esos Vigilantes, eran todos... padres. Pareciera que el Antiguo prefiere a sus presas jóvenes. Estos hombres y mujeres lucharon con uñas y dientes para vengar a sus hijos, y quizá lo lograron por un tiempo. Pero el Antiguo ha estado libre gran parte de las últimas dos décadas. Sus preferencias culinarias podrían explicar la continua desaparición de niños de clase alta tanto en Oriath.
¿Qué tal si estos niños siguen aquí, en este lugar? Criaturas atormentadas y retorcidas, aferrándose a cualquier fragmento de memoria feliz que les quede. Debemos aliviar su sufrimiento. -
El viejo: Zana lo conoce. ¿Abuelo? ¿Mentor? Como sea, no parece reconocerla. Impresionantes poderes. Debemos tener cuidado a su alrededor.
Demonio: Malo, malo, malo. No se distinguen motivos. No se distinguen debilidades. Completamente silencioso. Ser muy, muy cuidadoso a su alrededor. Probablemente es mejor solo correr.
Sirus: Callado, pero cuando habla, lo hace con autoridad. ¿Le gusta Zana? Definitivamente ahí hay algo.
Al-Hezmin: El mejor cazador del mundo. -
Baran está hablando sobre Dios de nuevo, así que le dije que necesito "escribir en mi diario". ¿Qué problema tiene el entrenamiento Templario que da como resultado historias así de aburridas? Es bastante amable, supongo. Podría mandar al demonio a dormir definitivamente.
Ayer cacé un jabalí para el grupo. Hoy, Drox trajo dos. Mañana traeré tres. Le mostraré a ese idiota ruidoso que soy el mejor cazador.
Sé que Zana puede sentir la tensión entre Drox y yo. No creo que sepa que yo puedo ver la tensión entre ella y Sirus. La he visto hacerle ojitos. También le he visto a él hacerle ojitos a ella. No creo que sepan que el otro está interesado.
Creía que Veritania estaba coqueteando conmigo, porque por una vez estaba hablando con una sonrisa, pero era solo porque tenía sangre de jabalí en mi labio y parecía un bigote rojo. Después de que me limpié siguió leyendo.
Cállate, Baran. Cállate. Cállate. Cállate.
Me rindo. Él gana. Me voy a dormir. - Attempting to Save The Shaper
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Exiliado, es tiempo de actuar. Debemos salvar a mi padre. Estas memorias fueron desgarradas de su mente con gran violencia, y temo que solo la violencia nos dará la oportunidad de restaurarlas.
He explorado estos mundos y estoy segura de que mi padre yace escondido en las profundidades del centro del Atlas, pero como sospechaba, no reside ahí sin protección. Cuatro grandes brutos lo rodean, no puedo superarlos. Si pudieses adelantarte y quitar estas amenazas, entonces podríamos tener el camino abierto hacia mi padre, y podríamos comenzar nuestra pequeña "operación". -
Creo que ahora lo entiendo... Este Atlas, estos mapas, se parecen menos a mundos que los decorados del Anfiteatro de Teópolis. Estos mundos son solo disfraces de lo que verdaderamente yace detrás del telón.
Este lugar es el nexo del mundo del Antiguo, el lugar desde donde se forman todos sus terrenos de caza. Estamos cerca del vacío en el que nació, y sin embargo mi Padre eligió este lugar como su hogar. Ciertamente curioso. ¿Se esconde a plena vista, quizás? Aunque, ¿qué capitán recorre a menudo las entrañas de su barco? Quizá el Antiguo rara vez visita este lugar. Supongo que estará ocupado, cazando y alimentándose en algún otro lugar de los mapas...
Exiliado, alistaré las memorias de mi Padre. Tú adelántate y explora este lugar. Encuentra a mi Padre, pero ten cuidado de los horrores que acechan allí abajo, en el vientre de esta vil máquina. -
El camino está libre. Aunque nuestro plan tendrá dificultades, exiliado. Mi padre era un hombre bueno pero terco. Si parte de esa terquedad sobrevivió, devolverle sus memorias no será una tarea fácil.
Debemos entrar a este nuevo reino de sombras en el centro del Atlas y acometer contra su locura hasta someterlo. Solo en ese momento su mente será lo suficientemente maleable como para recordar estos fragmentos a medida que los devolvamos a su carne. -
Sus memorias sobre mi... se perdieron. ¡Las devoró esa abominación! ¡Maldito sea! Mi padre ya... nunca me recordará.
Al menos... Al menos pude hablar con él una última vez. Me reconoció. ¿Lo viste, Exiliado? ¡Me reconoció! Y ahora... nuevamente está atormentado.
Si no podemos restaurar sus memorias, entonces debemos liberarlo de esta prisión. No puedo creer que vaya a pedirte esto, pero debemos derrotar al Antiguo. Quizá cuando desaparezca, mi Padre se olvidará de su fantasma y finalmente podrá descansar. - The Final Battle
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¿Qué descubriste, exiliado? ¡Ah! ¡La llave de su estudio en Oriath! Si lo que dijo es cierto, entonces debe haber algún arma dentro que nos permita detener a este "Antiguo"! Y debemos detenerlo.
Sé que pido más de lo que debería, pero ambos hemos visto el efecto que esta criatura tiene sobre los mapas. El Decaimiento que esparce, que hace nacer de sus víctimas. Si ese Decaimiento lograra salir de los mapas, como estoy segura que intenta hacer, ¡todo el mundo estaría perdido frente a sus esporas malignas!
Volvamos a Teópolis e investiguemos este indicio. Por favor, si tienes algo de decencia, exiliado, ven a verme allí cuando estés listo y comenzaremos a planear nuestro ataque. -
Tienes pies rápidos, exiliado. Me alegra que hayas decidido acompañarme en esto. Mira, parece que mis preocupaciones estaban justificadas. El Decaimiento que hemos visto por todo el Atlas, está aquí. Quizá nuestras actividades en el Atlas puedan haber debilitado las barreras entre este mundo y los mapas. Sin la fuerza completa de mi Padre para mantenerlo a raya, el verdadero maestro del Antiguo, el Decaimiento, se está infiltrando.
Te prometí una recompensa por ayudarme a encontrar a mi padre. Bien, aquí tienes, un objeto del estudio secreto de mi Padre. Por favor, tómalo y sigue junto a mí en esta travesía. Aún hay más cosas para lograr juntos. -
Aquí está. El artefacto que puede salvarnos. "La Arcana Cósmica". Con él, podremos forzar al Antiguo fuera de los mapas hacia la abstracta no-realidad. ¿El único problema? Debemos utilizarlo en el centro del Atlas. El nexo entre mundos donde el velo está en su punto más delgado.
Ahí es donde entras, Exiliado. Necesito que atraigas al Antiguo hacia allí. Usaré el arma para arrancarlo de nuestro mundo. De todos modos, mantente alerta, mi padre aún anda suelto. Está débil desde la última batalla, pero sabiendo cuán loco está, dudo que haya dejado de luchar contra el Antiguo. Debemos hacer este último esfuerzo con bastante cuidado... -
Recuerdo casi todo sobre los estudios de mi Padre respecto del artefacto de mapas. Recuerdo cómo se encerró para trabajar en esta arma. He podido leer sus notas sobre el arma mientras esperaba tu llegada. La ciencia es... incomprensible, como mínimo. Lo más que puedo decir es que la Arcana exhibe un estallido de ira cuando está completamente cargada, y si lo apuntamos al Antiguo, lo forzará a tomar la forma que tenía antes de entrar a nuestra dimensión.
Sabemos que esa forma es, como indicó mi padre, incorpórea. Para resumir, algo que no es físico no puede existir en una dimensión física. Será forzado hacia afuera, de vuelta a donde pertenece, y con suerte no será capaz de regresar. Como dije, es poco convincente, pero confío en mi padre, y es la única esperanza que tenemos. -
Siempre quise un propósito. Quería encontrar mi lugar en la vida. De haber sabido lo que implicaría, probablemente habría tratado de disfrutar un poco más mi vida sin propósito.
Odio este lugar. Odio lo que nos fuerza a hacer. No quiero estar a cargo de estas personas, porque no creo que vayamos a sobrevivir, y será mi culpa.
Si no fuera por Zana...
Si no fuera por Zana, probablemente seguiría siendo miserable.
Lo haré por ella. -
He viajado bastante durante mi vida, como suelen hacer los traficantes. He visto cosas extrañas. He conocido individuos modestos, antipáticos y simplemente aterradores, generalmente en los bares. Creía ser valiente como pocos.
Lo que vi hoy me sacudió por completo. Emergió de la nada, como niebla rompiendo la superficie del agua, acompañado de docenas de cosas... amorfas. Sentí que mi corazón se helaba. Escalofríos en todo mi ser; realmente en todo mi ser. Sus brazos eran muchos y estaban entrelazados, su boca era como un abismo negro sin fin. Era el monstruo que estábamos persiguiendo.
Nunca antes había sentido tanto miedo. Solo por estar ante él, podía sentir que mi vida se desgarraba y se disolvía como azúcar en agua.
Ahora entiendo cuánto está en juego. Quería un propósito... y ahora tengo uno.
-
Hemos arrinconado a nuestro enemigo en el corazón del Atlas. Siento mucho dolor por Zana. Su padre quedó atrapado en medio de toda esta debacle, y no veo posible que salga vivo.
Drox ha estado inusualmente callado todo el día. Al-Hezmin ha estado revisando sus suministros una y otra vez. Baran y Veritania ni siquiera han discutido. Todos sabemos que estos pueden ser nuestros últimos momentos de vida.
Pasé tanto tiempo buscando riqueza y notoriedad... Dioses, si tan solo pudiera volver el tiempo atrás. Sin ninguna finalidad, sin propósito más allá de mi propio egoísmo... Cuánto tiempo perdido.
Si mañana sobrevivo, le diré a ella cómo me siento. -
Está sucediendo, ¿verdad? El Antiguo se acerca. Estamos al final del camino, Exiliado. ¿Encontraremos éxito, o el horizonte no trae nada más que muerte y decaimiento? Espero estés listo, amigo mío.
Necesitamos debilitar a la criatura antes de que la Arcana Cósmica pueda hacer su trabajo. Te deseo suerte, y si no nos volvemos a encontrar... ha sido un honor luchar a tu lado. -
Yo, Baran, hijo de Galhad, siendo mayor de edad y en pleno uso de mis facultades mentales, creo, publico y declaro este Testamento, que será el primero y el último. Pronto enfrentaremos una abominación cósmica en batalla en un lugar que se encuentra fuera de todo lugar bueno y significativo. Nuestra probabilidad de éxito, incluso bajo la gracia de Dios, es baja.
A mis buenos amigos y aliados, Veritania, Sirus, Drox y Al-Hezmin, les lego mi báculo y mi armadura de placas. Espero que puedan usarla para sellar el enorme mal que acecha estas tierras.
A mis hermanos y hermanas de la fe Templaria del exilio, Herules, Gomin, Cassia y Landren, les lego mi hogar en Oriath, para que nunca les falte una.
Firmado,
Baran, hijo de Galhad -
A quien descubra esta carta.
Lo que ocurrió en este reino extraño y retorcido escapa la comprensión. Un mal más antiguo que el propio tiempo rondaba estas tierras alimentándose de las memorias de Valdo Caeserius, un hijo de Oriath.
Lamentablemente, el desalmado que se alimentaba de él era inmensurablemente poderoso, y certero en su deseo de esparcir el llamado “Decaimiento”. No sé por cuánto tiempo perseguimos a este demonio. Suficiente para que mis aliados comenzaran a mostrar signos de locura. De seguro habríamos caído en ese mal si no fuera por el valiente liderazgo de Sirus… y su sacrificio.
No encontramos el modo de acabar con el demonio, aunque lo intentamos incontables veces. Fue la hija de Valdo la que halló el modo de sellarlo. No obstante, la pobre Zana perdió a su padre, que en paz descanse. Nuestra táctica habría fallado si no hubiera sido por Sirus. El demonio no se habría rendido, arañando para salir del artefacto de Zana. Sirus… se abalanzó sobre él. Vimos al demonio acceder a su cuerpo y finalmente aferrarse. Sirus y el demonio cayeron en la trampa, entrelazados, hacia fuera de la realidad. Ambos.
Y entonces Sirus estaba allí nuevamente. Ninguno presenció su regreso. Sus ojos no se movían, no pestañeaba, y sus murmullos… eran locos y continuos. Entonces su rostro se contrajo de un modo que solo había visto en hombres poseídos por el espíritu negro. Nos atacó una y otra vez. No pudimos retenerlo. Debimos escapar de allí. En ese momento descubrimos que nuestro camino a casa estaba sellado. La hija de Valdo había saboteado nuestro regreso.
No sé hace cuánto tiempo estamos atrapados aquí. Semanas, como mínimo. Posiblemente años. El tiempo en el Atlas es una ilusión.
Por favor, querido lector, si tienes un mínimo de sensatez en tu interior, no permanezcas aquí. Regresa a Oriath o a donde sea que esté tu hogar. Habla sobre el heroísmo y el sacrificio de Sirus, y abandónanos, a él y a nosotros, a morir con los secretos que hallamos.
Baran, el ateo -
Me abandonaron. Me abandonaron cuando los necesité.
Recuerdo haber visto una luz que era tragada por un orbe de oscuridad. Suspendido. Recuerdo sus manos tratando de aferrarse a algo. Desesperación. Recuerdo dar un paso adelante. No estaba pensando en mí ni en Oriath. Estaba pensando en mis amigos, en mis hermanos y hermanas, cuyas vidas dependían de mí. Recuerdo su frío toque apresándome, y me desvanecí.
Recuerdo... vidrio. Estar encerrado en vidrio. No podía moverme. No podía hablar. Pero podía ver todo. Vi todo. Los vi a todos. Los vi irse. La vi irse. Fue todo tan rápido. Mil días y noches pasaron en un instante. Y entonces...
Nada. Ya no sentí nada. Ni tristeza ni ira. Ni alegría. Ni dolor. Ni placer. Era libre. Libre para moverme e ir a donde quisiera. Libre de deseos. Libre para ver el universo como era.
Un vacío. -
Lo hicimos... se ha terminado... al fin se ha terminado. Puedo sentir a mi padre, donde sea que esté. Está en paz... Gracias, exiliado.
¡La Arcana! ¡Funcionó! ¡No me preocupé ni por un segundo! Aunque... El Antiguo y el Decaimiento... Aunque los hemos desterrado a ambos, el encuentro me ha cambiado de alguna forma. Siento a la criatura, arañando el recubrimiento entre dimensiones. Está desesperada. Está hambrienta. Está... tratando de volver.
No creo que pueda dormir por un largo tiempo. Necesito asegurarme de que estaremos preparados en caso de que regrese. Quizá restaure a los Vigilantes del Decaimiento para que custodien a nuestro mundo. Este lugar, el Atlas, es del Antiguo. Algo más de investigación podría darnos más pistas sobre la naturaleza exacta del Decaimiento. Si lo deseas, eres libre de estudiar y explorar estos mundos conmigo. Quizá aún puedas hacer algo bueno en este lugar: las víctimas del Antiguo, todos esos niños... debe haber miles, vagando por estas tierras, retorcidos y corruptos, solos... quizá hasta atemorizados. Al igual que mi Padre, ruegan por ser liberados de su tormento. Matarlos será un acto de misericordia. Podrías ser quien entregue esa misericordia, amigo mío.
Debo dejarte por ahora. Tengo que prepararme para mi siguiente expedición.